Dolor pélvico en mujeres

PorShubhangi Kesavan, MD, Cleveland Clinic Learner College of Medicine, Case Western Reserve University
Revisado/Modificado jun 2024
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Datos clave

El dolor pélvico es un síntoma frecuente en las mujeres.

El área pélvica es la zona inferior del abdomen. El área pélvica contiene los intestinos, los uréteres inferiores y la vejiga. El área pélvica femenina también contiene los ovarios, las trompas de Falopio, el útero y el cuello uterino. El dolor pélvico puede estar causado por un problema en cualquiera de estos órganos o por una afección musculoesquelética, neurológica o de salud mental.

El dolor pélvico puede comenzar de forma repentina o gradual. El dolor puede aumentar gradualmente en intensidad y a veces se produce en oleadas. Puede ser constante o intermitente. Puede ser agudo, sordo o con cólicos (como los cólicos menstruales) o bien con alguna combinación de estos últimos. El dolor pélvico se considera crónico si continúa durante más de 6 meses.

La zona pélvica puede estar dolorosa al tacto. Dependiendo de la causa, las mujeres pueden tener sangrado vaginal o bien secreción. El dolor también puede ir acompañado de fiebre, náuseas, vómitos y/o mareos.

Anatomía reproductiva femenina interna

Causas del dolor pélvico

El dolor pélvico a menudo está relacionado con el ciclo menstrual o con problemas ginecológicos frecuentes. La mayoría de las causas de dolor pélvico no son cancerosas, pero pueden existir causas cancerosas.

Los trastornos que causan dolor pélvico incluyen

  • Trastornos ginecológicos, que afectan a los órganos reproductores femeninos (la vagina, el cuello uterino, el útero, las trompas uterinas y los ovarios)

  • Trastornos que afectan otros órganos de la pelvis, como la vejiga, la parte inferior de los uréteres, los intestinos, la uretra, el recto, el apéndice o el suelo pélvico (los músculos, ligamentos y tejidos que sostienen los órganos de la pelvis)

  • Trastornos que afectan a estructuras cercanas a la pelvis pero fuera de ella, como los músculos de la pared abdominal y de la pelvis, los riñones o la parte superior de los uréteres

  • Enfermedades neurológicas y de salud mental

A veces, es difícil para los médicos identificar la causa del dolor pélvico.

Trastornos ginecológicos

Algunos trastornos ginecológicos causan dolor pélvico cíclico (por ejemplo, el dolor se repite durante la misma fase de cada ciclo menstrual). En otros trastornos ginecológicos, el dolor va y viene en un patrón que no está relacionado con el ciclo menstrual o que es constante.

En general, las causas ginecológicas más frecuentes del dolor pélvico son

  • Cólicos menstruales (dismenorrea)

  • Endometriosis o bien adenomiosis uterina (el tejido que normalmente recubre el útero se encuentra en otra parte de la pelvis o del músculo uterino)

  • Quistes ováricos

  • Enfermedad inflamatoria pélvica

  • Tejido cicatricial en el interior de la pelvis o el abdomen (por lo general debido a una infección previa o a una intervención quirúrgica)

  • Una trompa de Falopio inflamada (llamada hidrosalpinge)

Los miomas en el útero son masas no cancerosas compuestas de músculo. La mayoría de los miomas uterinos no causan dolor pélvico, pero pueden causar dolor si ejercen presión sobre otros órganos (como la vejiga o los intestinos) o causan sangrado menstrual excesivo con cólicos.

Muchos otros trastornos ginecológicos causan dolor pélvico (véase la tabla Algunas causas del dolor pélvico en mujeres).

Trastornos no ginecológicos

Las causas del dolor pélvico que no están relacionadas con trastornos ginecológicos son

Los factores psicológicos, especialmente el estrés y la depresión, pueden contribuir a cualquier tipo de dolor, incluido el pélvico, pero por sí solos raramente causan este dolor. Las mujeres o las niñas que han sufrido traumas sexuales pueden desarrollar dolor pélvico crónico.

Evaluación del dolor pélvico

La mayoría de las causas de dolor pélvico no son urgencias, pero algunas requieren atención médica urgente. Si la mujer tiene un dolor intenso en la parte inferior del abdomen o en la pelvis que es nuevo y comienza de forma abrupta o aumenta de intensidad con el tiempo hasta que se agrava, debe buscarse atención médica tan pronto como sea posible. Algunas afecciones médicas requieren cirugía de emergencia. Los trastornos que generalmente requieren cirugía de emergencia son

  • Apendicitis o bien malrotación de los intestinos (vólvulo)

  • Embarazo ectópico roto (embarazo que se produce en un lugar no adecuado en vez de en su lugar habitual en el útero)

  • Torsión de un ovario (torsión anexial)

  • Una rotura de un quiste ovárico que causa un sangrado excesivo en el interior del abdomen o un absceso en la pelvis

  • Una rotura de absceso (área contenida de infección) en el abdomen o la pelvis

  • Un desgarro en el intestino o una obstrucción de una hernia abdominal o pélvica

  • Un aneurisma aórtico abdominal

Signos de alarma

En las mujeres con dolor pélvico, ciertos síntomas son preocupantes:

  • Mareo o pérdida repentina de la consciencia (desmayo)

  • Presión arterial peligrosamente baja con ritmo cardíaco acelerado (esto puede ser un signo de choque)

  • Dolor grave y repentino, especialmente si aparece acompañado de náuseas, vómitos, sudoración excesiva o agitación

  • Fiebre o escalofríos

  • Sangrado vaginal después de la menopausia

Cuándo acudir al médico

Una mujer con la mayoría de signos de alarma debe acudir inmediatamente a la consulta.

Las mujeres deben ponerse en contacto con su médico y es posible que necesiten ser atendidas el mismo día o dentro de unos pocos días como mucho si tienen

  • Sangrado vaginal después de la menopausia

  • Dolor constante o que empeora de forma continua

Las mujeres que presentan un dolor que no es intenso ni va acompañado de signos de alarma deben programar una visita cuando sea conveniente, pero un retraso de varios días no suele ser perjudicial.

Muchas mujeres sufren cólicos menstruales leves. Los cólicos menstruales no requieren evaluación a menos que sean muy dolorosos.

Actuación del médico

El médico formula preguntas acerca de los síntomas y del historial médico. A continuación, realiza una exploración física. La información de la historia clínica y la exploración clínica a menudo sugieren una causa y las pruebas adicionales que pueden requerirse (véase la tabla Algunas causas de dolor pélvico en mujeres).

El médico pregunta sobre el dolor:

  • Cuándo empezó

  • Qué intensidad tiene

  • Si es agudo, sordo o con cólicos

  • Si comenzó de forma repentina o de manera gradual

  • Si es constante o intermitente

  • Si se presenta relacionado con el ciclo menstrual, comiendo, durmiendo, durante el coito, con la actividad física, con la micción o con las deposiciones

  • Si existen otros factores que empeoran o alivian el dolor

Se pregunta a la mujer sobre otros síntomas, como sangrado vaginal, secreción y mareo.

Se pide a la mujer que describa los embarazos anteriores y los periodos menstruales. Los médicos también preguntan sobre los trastornos que pueden causar dolor pélvico y cualquier cirugía abdominal o pélvica previa.

Se puede preguntar sobre el estrés, la depresión y otros factores psicológicos, incluida la violencia doméstica, para determinar si tienen que ver con el dolor, especialmente si este es crónico.

Ciertos grupos de síntomas que acompañan al dolor pélvico sugieren un tipo de afección médica. Por ejemplo:

La exploración clínica comienza con la comprobación de los signos vitales, como la temperatura, la presión arterial y el pulso. A continuación, los médicos se centran en el abdomen y la pelvis. Se palpa de manera suave todo el abdomen. Durante una exploración, el abdomen u otras zonas se pueden mostrar sensibles al tacto. A continuación se realiza una exploración pélvica para ayudar a determinar qué órganos están afectados y si existe una infección. A menudo, también se explora el recto para detectar anomalías.

Tabla
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Pruebas complementarias

Se realiza una prueba de embarazo a todas las chicas y mujeres en edad fértil que sufren dolor pélvico. En primer lugar, se suele realizar una prueba de embarazo en orina. Si es posible que exista un embarazo muy incipiente y se obtiene un resultado negativo en el análisis de orina, se realiza un análisis de sangre para confirmar el embarazo. El análisis de sangre es más preciso que el análisis de orina en embarazos de menos de 5 semanas.

La realización de otras pruebas depende de los trastornos sospechados. Las pruebas incluyen

  • Hemograma completo

  • Análisis de orina o de muestras de la vagina o del cuello uterino para detectar infecciones que puedan causar dolor pélvico

  • Ecografía pélvica, tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética nuclear (RMN) del abdomen y la pelvis para comprobar si hay masas y tumores

  • Si otras pruebas no identifican la causa del dolor intenso o persistente y se sospecha una causa grave (como una rotura de un embarazo ectópico), a veces cirugía (laparoscopia o laparotomía)

El análisis de orina es una prueba simple y rápida de orina que se emplea como un primer paso para detectar muchas causas comunes de trastorno pélvico, como una infección de vejiga o la mayoría de los cálculos renales. Si se sospecha una infección de las vías urinarias se indica un cultivo de orina.

En la ecografía, los médicos utilizan un dispositivo de ecografía manual que se coloca en el abdomen o dentro de la vagina (ecografía transvaginal). Si los resultados de la ecografía no son claros, se solicitan otras pruebas, como la TC (tomografía computarizada) o la RMN (resonancia magnética nuclear), para buscar una masa u otra anomalía.

En la laparoscopia, los médicos practican una pequeña incisión justo debajo del ombligo e insertan un tubo de visualización (laparoscopio) para buscar directamente un embarazo ectópico u otras causas de dolor pélvico. Si la laparoscopia no se puede realizar o los médicos no pueden diagnosticar o tratar una afección médica con laparoscopia, se puede realizar una laparotomía (una incisión grande en el abdomen que permite a los médicos visualizar directamente los órganos).

Tratamiento del dolor pélvico

Si se identifica la causa del dolor pélvico, se trata si es posible.

El dolor relacionado con el ciclo menstrual (como los cólicos o la endometriosis) se puede tratar con píldoras anticonceptivas u otros anticonceptivos hormonales.

También pueden requerirse analgésicos. Primero, el dolor se trata con antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno. Las mujeres que no responden bien a un AINE, pueden responder a otro. Si los AINE no son eficaces, pueden considerarse otros analgésicos o la hipnosis.

A algunas mujeres con dolor pélvico crónico se les puede recomendar inhibidores de la recaptación de serotonina-norepinefrina (IRSN) y medicamentos para el dolor neurológico, como gabapentina o pregabalina. Los opiáceos no se recomiendan para el dolor pélvico crónico, excepto en mujeres con cáncer activo o para cuidados paliativos al final de la vida.

Si el dolor afecta a los músculos, puede ayudar el descanso, el calor o la fisioterapia.

Además, a las mujeres con dolor pélvico miofascial o dolor asociado con problemas de salud mental se les recomienda fisioterapia del suelo pélvico, terapia sexual o terapia cognitivo-conductual.

Con muy poca frecuencia, cuando la mujer sufre dolor intenso que persiste a pesar del tratamiento con medicamentos, se puede practicar una intervención quirúrgica como la laparoscopia, para tratar la endometriosis o un quiste ovárico o la histerectomía (cirugía para extirpar el útero) u otros procedimientos.

Aspectos esenciales para las mujeres mayores: dolor pélvico

En las mujeres mayores, las causas más frecuentes de dolor pélvico son diferentes porque algunos de los trastornos que causan dolor o malestar son más habituales a medida que se envejece, especialmente después de la menopausia.

Los trastornos frecuentes en las mujeres mayores son

Después de la menopausia descienden los niveles de estrógenos, lo que debilita muchos tejidos, incluidos los huesos, los músculos (como los que sostienen la vejiga) y los tejidos alrededor de la vagina y de la uretra. Como consecuencia, las infecciones de la vejiga se vuelven más frecuentes.

Los síntomas que afectan la vagina y las vías urinarias después de la menopausia se denominan síndrome genitourinario de la menopausia (anteriormente denominado atrofia vaginal o vaginitis atrófica). Estos síntomas consisten en sequedad vaginal, dolor durante las relaciones sexuales, urgencia urinaria e infecciones de las vías urinarias. Esta condición puede hacer que las relaciones sexuales sean dolorosas, y las mujeres pueden describir o experimentar este dolor como dolor pélvico.

Valoración

La evaluación es similar a la de las mujeres más jóvenes, salvo que se presta especial atención a los síntomas de los trastornos de las vías urinarias y del tracto digestivo que son frecuentes en las mujeres mayores. Las mujeres mayores deben acudir al médico inmediatamente si

  • Tienen sangrado vaginal

  • De repente pierden peso o apetito

  • De repente empiezan a sufrir indigestión

  • Sentirse hinchado

  • Aparece un cambio repentino en las deposiciones

Luego el médico realiza una exploración clínica y otras pruebas para asegurarse de que la causa no sea un cáncer de ovario o de endometrio.

Si la causa del dolor pélvico parece ser una mucosa vaginal excesivamente fina, el médico puede sugerir hidratantes vaginales o terapia hormonal vaginal (estrógenos o dehidroepiandrosterona).

Conceptos clave

  • El dolor pélvico es un síntoma frecuente en las mujeres.

  • Muchos trastornos (relacionados con los órganos reproductores o con otros órganos cercanos) causan dolor pélvico.

  • Las causas probables se determinan basándose en la descripción del dolor, su relación con el ciclo menstrual y los resultados de una exploración física.

  • En las mujeres en edad fértil se realiza siempre una prueba de embarazo.

  • Se realizan análisis de orina y habitualmente otras pruebas, como análisis de sangre y una ecografía de la pelvis, para confirmar el diagnóstico sospechado.

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