Linfomas no hodgkinianos

(Linfomas no hodgkinianos)

PorPeter Martin, MD, Weill Cornell Medicine;
John P. Leonard, MD, Weill Cornell Medicine
Revisado/Modificado mar 2024
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Datos clave

Los linfomas no Hodgkin son un grupo diverso de cánceres de un tipo de glóbulos blancos llamados linfocitos.

  • A menudo los ganglios linfáticos cervicales, axilares o inguinales aumentan de tamaño rápidamente y sin dolor,

  • pero si ejercen presión sobre ciertos órganos puede aparecer dolor o dificultad respiratoria (disnea).

  • Para el diagnóstico de la enfermedad es necesaria la biopsia de un ganglio linfático y/o médula ósea.

  • El tratamiento puede consistir en radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia con anticuerpos monoclonales o una combinación de los anteriores.

  • La mayoría de las personas se curan o sobreviven durante muchos años.

  • Las personas que presentan una recaída reciben tratamiento mediante un trasplante de células madre.

(Véase también Introducción a los linfomas y Linfoma de Hodgkin.)

Se trata de cánceres de un tipo específico de glóbulos blancos (leucocitos) denominados linfocitos, que ayudan a combatir las infecciones. Los linfomas pueden desarrollarse a partir de cualquiera de los 2 tipos principales de linfocitos:

  • Linfocitos B (células B)

  • Linfocitos T (células T)

Los linfocitos B producen anticuerpos, que son esenciales para combatir algunas infecciones. Los linfocitos T son importantes en la regulación del sistema inmunitario y para combatir las infecciones víricas.

Los linfomas no Hodgkin son en realidad más de 50 enfermedades diferentes que afectan a los linfocitos B o T. Cada uno de estos linfomas tiene un aspecto determinado bajo el microscopio, un patrón de células diferente y un patrón diferente de síntomas y progresión. La mayoría de los linfomas no hodgkinianos son de linfocitos B. El resto se desarrolla a partir de linfocitos T.

El linfoma no hodgkiniano es más frecuente que el linfoma de Hodgkin. Es el 6o cáncer más frecuente en Estados Unidos y causa el 4% de todas las muertes por cáncer. Es más frecuente a medida que se envejece.

En Estados Unidos se diagnostican más de 80 000 nuevos casos cada año. Las personas que han recibido un trasplante de órgano y las que tienen el virus de la hepatitis C o el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) están en riesgo de desarrollar linfoma no hodgkiniano.

Las leucemias también son cánceres que afectan a los glóbulos blancos (leucocitos). En las leucemias, la mayoría de los glóbulos blancos (leucocitos) cancerosos se hallan en el torrente sanguíneo y en la médula ósea. En los linfomas, la mayoría se encuentran en los ganglios linfáticos y en órganos como el bazo y el hígado. Sin embargo, la leucemia y el linfoma no hodgkiniano en ocasiones se superponen, porque las personas con linfoma pueden tener glóbulos blancos (leucocitos) cancerosos en el torrente sanguíneo y las que tienen leucemia pueden tener células de cancer en los ganglios linfáticos y los órganos.

¿Sabías que...?

  • Los linfomas no hodgkinianos engloban en realidad un grupo de más de 50 enfermedades diferentes.

Causas de los linfomas no hodgkinianos

Aunque la causa de la mayoría de los linfomas no hodgkinianos es desconocida, existen pruebas que respaldan de forma significativa el papel de los virus en algunos de los tipos menos frecuentes de este linfoma. El virus de Epstein-Barr está relacionado con el linfoma de Burkitt, otro tipo de linfoma no hodgkiniano. Entre otras posibles causas víricas se encuentran el virus de la hepatitis C, el virus del herpes del sarcoma de Kaposi y el virus linfotrófico de células T humanas tipo 1 (HTLV-1). Las personas con VIH presentan un riesgo más elevado de desarrollar algunos subtipos de linfoma no Hodgkin. Algunas bacterias están asociadas al riesgo de linfoma, por ejemplo, Helicobacter pylori está asociada con el riesgo de ciertos linfomas en el estómago.

Otras personas con riesgo de sufrir linfoma no Hodgkin son las que tienen

Síntomas de los linfomas no Hodgkin

El primer síntoma a menudo es de rápida aparición y consiste en el aumento de tamaño, habitualmente indoloro, de los ganglios linfáticos del cuello, las axilas y las ingles. Los ganglios linfáticos aumentados de tamaño en el tórax pueden presionar las vías respiratorias y causar tos y dificultad para respirar, o presión contra los vasos sanguíneos en el tórax y causar hinchazón de la cara, el cuello y los brazos (síndrome de la vena cava superior). Los ganglios linfáticos profundos en el interior del abdomen pueden presionar varios órganos, causando inapetencia, estreñimiento, dolor abdominal o hinchazón progresiva de las piernas.

Algunos linfomas pueden aparecer en el torrente sanguíneo y en la médula ósea.

Las células del linfoma de la médula ósea pueden alterar la capacidad de la médula ósea para producir suficientes células sanguíneas normales.

  • La fiebre y la sudoración excesiva pueden indicar una infección, que puede ser consecuencia de un número demasiado bajo de glóbulos blancos normales.

  • Debilidad, fatiga y palidez, que pueden ser consecuencia de un número insuficiente de glóbulos rojos (anemia). Algunas personas con anemia más grave pueden presentar dificultad respiratoria, taquicardia o dolor torácico.

  • Tendencia a presentar hematomas y sangrados, a veces en forma de hemorragia nasal o sangrado de las encías, que puede ser consecuencia de un déficit en el número de plaquetas (trombocitopenia). En algunos casos, las personas pueden sangrar en el interior de su cerebro o su abdomen.

Los linfomas no hodgkinianos también pueden invadir el aparato digestivo, la piel y ocasionalmente el sistema nervioso, causando diferentes síntomas. Algunas personas presentan fiebre persistente sin una causa evidente (fiebre de origen desconocido). Este tipo de fiebre, por lo general refleja un estadio avanzado de la enfermedad.

En los niños, los primeros síntomas que aparecen son anemia, erupciones en la piel y síntomas neurológicos, como debilidad y trastornos en la sensibilidad. Estos síntomas probablemente están causados por la infiltración de las células del linfoma en la médula ósea, la sangre, la piel, el intestino, el cerebro y la médula espinal. Generalmente, los ganglios linfáticos que aumentan de tamaño son los profundos, y dan lugar a:

  • Acumulación de líquido alrededor de los pulmones, que provoca dificultad para respirar

  • Presión en el intestino, que causa pérdida del apetito o vómitos

  • Obstrucción de los vasos linfáticos, que produce una retención de líquidos llamada linfoedema, más evidente en los brazos y en las piernas

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Diagnóstico y clasificación de los linfomas no Hodgkin

  • Biopsia del ganglio linfático

Los médicos sospechan linfoma no Hodgkin cuando una persona sin infección aparente presenta un aumento de tamaño persistente e indoloro de los ganglios linfáticos que dura semanas. A veces se detectan ganglios linfáticos agrandados en lo más profundo del pecho o del abdomen al realizar, por otras razones, radiografías de tórax o una tomografía computarizada (TC).

Con el fin de diagnosticar el linfoma no hodgkiniano y al mismo tiempo distinguirlo de los linfomas de Hodgkin y de otros trastornos en cuya evolución también se produce un aumento de tamaño de los ganglios linfáticos, se realiza una biopsia de alguno de estos ganglios.

El tipo de biopsia depende de la localización del ganglio aumentado de tamaño y de la cantidad de tejido necesario. Los médicos deben extraer suficiente tejido para poder distinguir el linfoma no Hodgkin de otros trastornos que pueden causar agrandamiento de los ganglios linfáticos, incluidos los linfomas de Hodgkin, las infecciones, la inflamación u otros tipos de cáncer.

La mejor manera de obtener suficiente tejido es mediante una biopsia por escisión (una pequeña incisión hecha para extraer una muestra de ganglio linfático). En algunos casos, cuando un ganglio linfático aumentado de tamaño se encuentra cerca de la superficie corporal, puede obtenerse una cantidad suficiente de tejido insertando una aguja hueca (guiada por ecografía o por tomografía computarizada) a través de la piel en el interior del ganglio linfático (biopsia con aguja hueca). Cuando el ganglio linfático aumentado de tamaño está en una localización profunda en el abdomen o el tórax, puede ser necesaria la cirugía para obtener una muestra de tejido.

Aunque son más de 50 las variedades diferentes de enfermedades que pueden recibir la denominación de linfomas no hodgkinianos, se han agrupado en dos grandes categorías.

Los linfomas indolentes se caracterizan por

  • Un largo periodo de supervivencia (muchos años)

  • Una respuesta rápida a los tratamientos

  • Períodos variables de remisión pero falta de curación con las terapias convencionales actuales

Los linfomas agresivos se caracterizan por

  • Una progresión rápida si no reciben tratamiento

  • Un alto porcentaje de curación cuando se emplea quimioterapia estándar pero supervivencia corta cuando no se logra la curación

Aunque los linfomas no hodgkinianos suelen afectar a personas de mediana y avanzada edad, los niños y los adultos jóvenes también pueden desarrollarlos. Los linfomas que se desarrollan en niños y adultos jóvenes son comúnmente subtipos agresivos.

Estadificación de los linfomas no hodgkinianos

  • Pruebas de diagnóstico por la imagen

  • Biopsia de médula ósea

  • Análisis de sangre (incluyendo pruebas de funcionalidad hepática y renal)

Muchas personas que tienen un linfoma no hodgkiniano ya presentan enfermedad diseminada en el momento del diagnóstico. Solo en una minoría de personas, la enfermedad está limitada en una región. En las personas con estos linfomas se aplican los mismos procedimientos de estadificación que en las que tienen linfoma de Hodgkin.

La estadificación es importante porque el tratamiento y el pronóstico se basan en el estadio. Pueden utilizarse varios procedimientos para determinar el estadio o valorar el linfoma no hodgkiniano (linfoma no Hodgkin). Se realizan análisis de sangre básicos, incluyendo un hemograma completo y pruebas de funcionalidad hepática y renal junto con las pruebas para a infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), de la hepatitis B y de la hepatitis C.

La tomografía por emisión de positrones (PET) con tomografía computarizada (PET-TC combinada) es la técnica más sensible para determinar la ubicación y el tamaño de las lesiones cancerosas y la actividad de las células cancerosas. Si no se dispone de un escáner combinado PET-TC, se realiza en su lugar una TC con contraste de tórax, de abdomen y de pelvis. En presencia de síntomas del sistema nervioso se realizan otras pruebas como resonancia magnética (RM) del cerebro o la médula espinal.

Se puede indicar una biopsia de médula ósea, especialmente cuando los análisis de sangre muestran anemia o recuentos bajos de plaquetas. En algunos tipos de linfoma no Hodgkin, la PET-TC puede detectar de manera fiable la afectación de la médula ósea, por lo que no siempre es necesaria una biopsia de médula ósea. En otros tipos de linfoma no Hodgkin, la PET-TC no puede detectar de manera fiable la afectación de la médula ósea y puede requerirse una biopsia de médula ósea si la situación indicara un cambio en la elección del tratamiento.

La enfermedad se clasifica en 4 estadios según la extensión de su diseminación: I, II, III y IV; cuanto más alto sea el número, más se ha extendido el linfoma.

La enfermedad en estadio limitado comprende los estadios I y II. La enfermedad en estadio avanzado comprende los estadios III y IV. En los estadios I y II, si el linfoma no Hodgkin está presente en un órgano ubicado fuera del sistema linfático, se clasifica según los estadios IE o IIE. El término "enfermedad masiva" se utiliza cuando hay una masa tumoral en el tórax cuyo tamaño puede variar según los distintos tipos de linfomas.

Tabla
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Tratamiento de los linfomas no hodgkinianos

  • Quimioterapia, radioterapia o ambas

  • Inmunoterapia (medicamentos compuestos por anticuerpos que atacan a las células cancerosas), con o sin quimioterapia

  • En ocasiones, trasplante de células madre (progenitoras)

El tratamiento del linfoma no Hodgkin varía ampliamente según el subtipo.

En algunas personas con linfomas indolentes no es necesario el tratamiento cuando se diagnostica por primera vez. Los estudios demuestran que la espera no compromete el resultado y evita que el paciente se exponga a los efectos secundarios del tratamiento antes de lo necesario. Sin embargo, en las personas con linfomas indolentes, si es necesario el tratamiento, este prolonga la vida y alivia los síntomas durante muchos años.

La curación de los linfomas agresivos es posible y, en consecuencia, no se suele esperar sin aplicar tratamiento.

La posibilidad de lograr curar la enfermedad o de lograr largos periodos de supervivencia depende del tipo de linfoma no hodgkiniano y del estadio en el momento de iniciar el tratamiento. Resulta paradójico que, por lo general, los linfomas indolentes responden rápidamente al tratamiento y entran en remisión (situación en que la enfermedad está bajo control), a menudo con un largo periodo de supervivencia, pero la enfermedad no suele curarse. Por el contrario, los linfomas no hodgkinianos agresivos, que en general requieren tratamiento intensivo para lograr la remisión, tienen una buena posibilidad de curación.

Linfomas no Hodgkin en estadio I: enfermedad limitada

Las personas con linfomas indolentes y enfermedad muy limitada (estadio I) suelen tratarse con radioterapia circunscrita al área del linfoma y sus zonas adyacentes. Con este enfoque, la mayoría no tienen recidiva de la enfermedad en el área irradiada. Los linfomas no hodgkinianos pueden recidivar en cualquier lugar del organismo hasta 10 años después del tratamiento, motivo por el que se requieren controles periódicos a largo plazo. Las personas con linfomas agresivos en un estadio muy precoz requieren poliquimioterapia y a veces radioterapia.

Linfomas no Hodgkin en estadio II: enfermedad limitada o avanzada

El linfoma no Hodgkin en estadio II suele comportarse como una enfermedad limitada (estadio I), pero a veces se comporta como una enfermedad avanzada. Los médicos eligen el tratamiento en función del comportamiento de la enfermedad.

Estadios III a IV de los linfomas no hodgkinianos: enfermedad avanzada

Casi todas las personas con linfomas indolentes se encuentran en estadio II-IV de la enfermedad. No siempre requieren tratamiento de manera inicial, pero sí se les somete a controles periódicos con el fin de evidenciar el momento en que el linfoma comienza a progresar, que podría indicar la necesidad de instaurar tratamiento, en ocasiones años después del diagnóstico. No existe evidencia de que el tratamiento precoz prolongue la supervivencia de las personas que con linfomas indolentes en estadios avanzados. Si la enfermedad comienza a progresar hay varias opciones de tratamiento.

Su elección depende de diversos factores, como el subtipo de linfoma, la extensión de la diseminación, los síntomas de la persona y las condiciones médicas coexistentes. El tratamiento puede incluir terapia con anticuerpos monoclonales (como rituximab) solos o combinados con quimioterapia. La mayoría de los tratamientos se administran por vía intravenosa. A veces se utilizan medicamentos orales. El tratamiento suele lograr la remisión de la enfermedad. La duración media de la remisión depende de la intensidad del tratamiento. A veces el tratamiento puede incluir terapia de mantenimiento (terapia administrada después del tratamiento inicial para ayudar a prevenir la recaída).

Para las personas con linfomas agresivos en estadios II-IV, las combinaciones de quimioterápicos se administran de manera inmediata, habitualmente junto con rituximab. Existen muchos regímenes de quimioterapia potencialmente eficaces. A las combinaciones de fármacos de quimioterapia a menudo se les dan nombres formados por la letra inicial de cada uno de los fármacos que componen la combinación. Por ejemplo, una de las combinaciones más antigua y todavía de las más utilizadas es la conocida como CHOP (ciclofosfamida, [hidroxi]doxorubicina, vincristina [Oncovin] y prednisona). El rituximab ha demostrado mejorar los resultados de la combinación CHOP y actualmente siempre se le añade (R-CHOP). En la actualidad se están estudiando otras combinaciones de fármacos.

La quimioterapia, que suele causar una disminución en la cantidad de los diferentes tipos de glóbulos sanguíneos, a veces se tolera mejor si se administran también proteínas especiales (llamadas factores de crecimiento), que estimulan el crecimiento y el desarrollo de los glóbulos sanguíneos.

¿Sabías que...?

  • Las combinaciones de quimioterápicos a menudo se denominan mediante la combinación de la letra inicial del nombre de cada fármaco.

Estrategias posterapéuticas

Después de la radioterapia, se observa un aumento del riesgo de padecer cánceres secundarios durante 10 o más años después del tratamiento en órganos que estuvieron expuestos al campo de radiación. Las leucemias pueden aparecer en algunas personas muchos años después de un tratamiento exitoso del linfoma non-Hodgkin, con independencia del tratamiento empleado.

Una vez finalizado el tratamiento se realizan exploraciones y pruebas con regularidad para detectar si se reproduce el linfoma (vigilancia postratamiento). El tipo de pruebas depende de los factores de riesgo del paciente y del tipo de tratamiento recibido.

Recidiva (recaída)

Muchas personas con recaída de un linfoma agresivo reciben quimioterapia en dosis altas combinada con un trasplante autólogo de células madre (células progenitoras); es decir, se trata de las propias células de la persona. Con este tipo de tratamiento, algunas personas se curan. A veces pueden utilizarse células madre de un hermano o incluso de un donante no emparentado (trasplante alogénico), pero este tipo de trasplante tiene un mayor riesgo de complicaciones. A veces se ofrece tratamiento con células T del receptor de antígeno quimérico (CAR T, por sus siglas en inglés), que son células T que han sido modificadas genéticamente para combatir el linfoma.

Más información

El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que EL MANUAL no se hace responsable del contenido de este recurso.

  1. Leukemia & Lymphoma Society: Non-Hodgkin Lymphoma (Sociedad para la leucemia & los linfomas: linfoma de Hodgkin): información exhaustiva sobre el linfoma de Hodgkin, incluyendo diagnóstico, tratamiento y apoyo

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