La hipermagnesemia consiste en una concentración demasiado alta de magnesio en la sangre.
(Véase también Introducción a los electrólitos y Introducción al papel del magnesio en el cuerpo.)
El magnesio es uno de los electrólitos del cuerpo, es decir, minerales que llevan una carga eléctrica cuando se encuentran disueltos en los líquidos corporales tales como la sangre, pero la mayor parte del magnesio del cuerpo no tiene carga eléctrica y se encuentra unido a proteínas o almacenado en el hueso. Los huesos contienen la mayor parte del magnesio del organismo; muy poco circula en la sangre.
La hipermagnesemia es poco frecuente. Solo aparece si se padece insuficiencia renal y se toman sales de magnesio (Epsom) o se toma algún fármaco que contenga magnesio (como algunos antiácidos o laxantes).
La hipermagnesemia puede causar
Debilidad muscular
Hipotensión arterial
Dificultad respiratoria
Cuando es grave, el corazón puede dejar de latir.
El diagnóstico se basa en resultados de los análisis de sangre que indiquen una concentración alta de magnesio.
Tratamiento de la hipermagnesemia
Gluconato de calcio
Diuréticos
A las personas con hipermagnesemia grave se les administra gluconato de calcio por vía intravenosa para bloquear el efecto tóxico de las concentraciones elevadas de magnesio.
Se pueden administrar diuréticos, fármacos que provocan que los riñones eliminen el exceso de líquido (sobre todo si se administran por vía intravenosa), para aumentar la excreción renal de magnesio. Sin embargo, si los riñones no funcionan de forma adecuada o si la hipermagnesemia es grave, suele ser necesario someterse a diálisis.