El exceso de cromo puede ser consecuencia de la exposición al cromo en el lugar de trabajo.
(Véase también Introducción a los minerales.)
El cromo permite que la insulina (que controla la concentración de azúcar en sangre) actúe de forma adecuada y, además, participa en el procesamiento (metabolismo) y en el almacenamiento de hidratos de carbono (carbohidratos), proteínas y grasas.
Los suplementos de cromo no aumentan el tamaño ni la fuerza de los músculos.
Las cantidades pequeñas de cromo tomadas por vía oral no son perjudiciales (no tóxicas). En ocasiones, en los lugares de trabajo, existe exposición a una forma diferente y nociva (tóxica) de cromo. Esta forma est el producto de la contaminación industrial. Esta forma puede irritar la piel, los cartílagos de la nariz, los pulmones y el tubo digestivo, así como también dar lugar a cáncer de pulmón.