La esporotricosis es una infección cutánea causada por el moho saprófito Sporothrix schenckii. El compromiso pulmonar y hematógeno es inusual. La infección produce nódulos cutáneos que se diseminan a través de las vías linfáticas para transformarse en abscesos y úlceras. El diagnóstico se establece con el cultivo. El tratamiento se realiza con itraconazol o anfotericina B.
(Véase también Generalidades sobre las micosis).
El Sporothrix schenckii reside en arbustos de rosales y de agracejo, en el musgo y en el estiércol. Los infectados con mayor frecuencia son los horticultores, los jardineros, los granjeros y los madereros, que contraen la enfermedad típicamente tras un traumatismo menor asociado con material contaminado. A diferencia de los demás hongos dimorfos, el S. schenckii no suele inhalarse sino que ingresa en el cuerpo a través de pequeños cortes y abrasiones en la piel.
Sporothrix schenckii es un hongo dimorfo, que crece como levadura en los tejidos y en cultivo a 37 °C (98,6 °F) pero como hongo filamentoso a 30 °C (86 °F).
Signos y síntomas de la esporotricosis
Las infecciones linfocutáneas son las más frecuentes y comprometen típicamente una mano y un brazo, aunque pueden aparecer cualquier parte del cuerpo. Pueden identificarse lesiones primarias en superficies expuestas de los pies o la cara.
Una lesión primaria puede manifestarse como una pequeña pápula indolorosa o, en ocasiones, como un nódulo subcutáneo que crece lentamente; por último, experimenta necrosis y, a veces, ulceración. En general, unos pocos días o semanas más tarde una cadena de ganglios linfáticos que drenan la zona afectada aumenta de tamaño lenta pero progresivamente y forma nódulos subcutáneos móviles. Si no se trata, la piel suprayacente enrojece y puede necrosarse luego, a veces con generación de absceso, úlcera y sobreinfección bacteriana. Resulta llamativa la ausencia de signos y síntomas de infección sistémica.
La esporotricosis comienza como una pequeña pápula o un nódulo subcutáneo que puede necrosarse o ulcerarse.
Imagen cortesía de www.doctorfungus.org © 2005.
La esporotricosis comienza como una pequeña pápula o un nódulo subcutáneo que puede necrosarse o ulcerarse.
Imagen cortesía de www.doctorfungus.org © 2005.
La esporotricosis comienza como una pequeña pápula o un nódulo subcutáneo que puede necrosarse o ulcerarse. La infección se disemina por vía linfática. Si no es tratada, pueden aparecer un eritema difuso, úlceras y abscesos, como se ve en este ejemplo de una grave sobreinfección bacteriana.
Imagen cortesía de Dr. Lucille Georg via the Public Health Image Library of the Centers for Disease Control and Prevention.
Esta fotografía muestra nódulos cutáneos en una distribución linfangítica (esporotricoide) sobre el dorso de la mano derecha.
Imagen cortesía de Karen McKoy, MD.
La esporotricosis linfocutánea es crónica e indolente; puede provocar la muerte si una sobreinfección bacteriana genera sepsis.
Rara vez, un paciente sin lesiones linfocutáneas primarias presenta una diseminación hematógena que provoca infecciones indolentes en numerosas articulaciones periféricas, a veces en huesos y, con menor asiduidad, en los genitales, el hígado, el bazo, los riñones o las meninges. Estas infecciones son más comunes entre los pacientes con inmunocompromiso debido a otro trastorno (p. ej., alcoholismo). Igual de inusual es la neumonía crónica causada por la inhalación de esporas, que se manifiesta con infiltrados o cavidades localizados, sobre todo en pacientes con enfermedad pulmonar crónica preexistente.
Diagnóstico de la esporotricosis
Evaluación clínica
Cultivo
El diagnóstico de esporotricosis se sospecha en función de la presentación clínica en un paciente con antecedentes de posible exposición al hongo (p. ej., jardineros, paisajistas, guardabosques).
La linfangitis nodular característica/presentación clínica cutánea de la esporotricosis también puede deberse a otros patógenos, como Mycobacterium tuberculosis, micobacterias atípicas, Nocardia, Francisella tularensis, y Leishmania brasiliensis. El diagnóstico microbiológico generalmente puede realizarse cuando se aplican las tinciones histológicas apropiadas y los cultivos de los tejidos biopsiados (1). Durante el estadio temprano no diseminado, la lesión primaria puede confundirse con una picadura de araña.
El cultivo del tejido de la infección activa permite confirmar el diagnóstico. Las levaduras de S. schenckii no suelen poder detectarse en muestras de tejidos fijados, incluso con tinciones especiales. No se cuenta con pruebas serológicas.
Referencia del diagnóstico
1. Tobin EH, Jih WW: Sporotrichoid lymphocutaneous infections: Etiology, diagnosis and therapy. Am Fam Physician 63(2):326–332, 2001.
Tratamiento de la esporotricosis
Itraconazol
El tratamiento de elección son 200 mg de itraconazol por vía oral, 1 vez al día, hasta 2 a 4 semanas después de resueltas todas las lesiones (generalmente 3 a 6 meses).
La infección grave requiere una formulación lipídica de anfotericina B (de 3 a 5 mg/kg por vía intravenosa 1 vez al día); después de una respuesta favorable, el tratamiento se cambia a itraconazol oral, hasta completar los 12 meses de tratamiento. Los pacientes con sida pueden requerir terapia de mantenimiento de por vida con itraconazol para la infección meníngea y diseminada. El posaconazol puede ser útil.
Más información
El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no es responsable por el contenido de este recurso.
Centers for Disease Control and Prevention (CDC): Sporotrichosis: Information about sporotrichosis, including risk and prevention