Cuidado personal durante el embarazo

PorJessian L. Muñoz, MD, PhD, MPH, Baylor College of Medicine
Revisado/Modificado sept 2024
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Datos clave

    Las mujeres embarazadas deben comentar con su profesional de la salud qué pueden esperar durante el embarazo, incluyendo los cambios normales del embarazo, las sensaciones y el movimiento fetal, la dieta, el aumento de peso, la salud mental, las medidas preventivas recomendadas y la promoción de la salud.

    Dieta y suplementos

    El número promedio de calorías adicionales que las mujeres embarazadas deben consumir para proporcionar nutrición al feto (para las mujeres que comienzan el embarazo con un índice de masa corporal [IMC] en el rango normal) varía según el trimestre:

    • Primer trimestre (sin calorías adicionales)

    • Segundo trimestre (aproximadamente 340 kcal adicionales al día)

    • Tercer trimestre (aproximadamente 450 kcal adicionales al día)

    La alimentación debe ser equilibrada e incluir frutas frescas, cereales y verduras (véase Eat Healthy During Pregnancy: Quick Tips). Los alimentos ricos en fibra son una buena opción. El pescado contiene nutrientes que son importantes para el crecimiento y desarrollo del lactante. Sin embargo, las mujeres embarazadas deben elegir pescado con bajo contenido de mercurio. Véase Mercurio en mariscos para obtener más información.

    Los médicos recomiendan tomar diariamente un complejo vitamínico prenatal que contenga hierro y ácido fólico, incluso si su dieta es adecuada.

    En el embarazo se duplica la cantidad de hierro requerida. La mayoría de las vitaminas prenatales contienen la cantidad diaria recomendada de hierro ferroso durante el embarazo. Si se padece anemia o aparece durante el embarazo, es necesario tomar una dosis mayor de hierro que otras mujeres embarazadas. En ocasiones, los suplementos de hierro causan un ligero malestar gástrico y estreñimiento.

    Para la prevención, todas las mujeres embarazadas y las que planean o pueden quedarse embarazadas deben tomar diariamente un suplemento que contenga de 400 a 800 microgramos de ácido fólico. Estas dosis a menudo están disponibles en productos de venta sin receta, como las multivitaminas. Una carencia de ácido fólico aumenta el riesgo de tener un bebé con una anomalía congénita del encéfalo o de la médula espinal (defecto del tubo neural) como la espina bífida. Las mujeres que han tenido un bebé con un defecto del tubo neural deben tomar 4000 microgramos de ácido fólico, comenzando 3 meses antes de la concepción y continuando hasta las 12 semanas de embarazo, una cantidad mucho mayor de lo que generalmente se recomienda.

    Las mujeres embarazadas deben manipular los alimentos de forma segura, evitar la carne o el pescado poco cocidos y evitar ciertos mariscos con concentraciones elevadas de mercurio. También deben evitar los alimentos con un riesgo elevado de contaminación por Listeria, como

    • Pescado crudo o raro, marisco, carne, aves o huevos

    • Leche y productos lácteos sin pasteurizar

    • Fiambres o embutidos, marisco ahumado y perritos calientes (a menos que se calienten a una temperatura muy alta)

    • Preparados de carne o marisco como ensaladas de jamón, pollo o atún

    • Brotes crudos, como la alfalfa, el trébol, el rábano y los brotes de frijol mungo

    Aumento de peso

    La cantidad de peso que debe aumentar una mujer durante el embarazo depende de su índice de masa corporal (IMC) antes del embarazo. El IMC es el peso en kilogramos dividido por la estatura en metros elevada al cuadrado, y se utiliza para determinar si el peso es normal para la altura en cuestión. Las mujeres con un IMC alto deben ganar menos peso durante el embarazo que las que tienen un IMC clasificado como normal o bajo peso. Una mujer de talla media debe ganar más o menos entre unos 11,5 a 16 kg durante el embarazo.

    No es recomendable seguir dietas para perder peso durante el embarazo, ni tan siquiera cuando hay obesidad, porque una parte del peso ganado es esencial para el desarrollo normal del feto. Hacer dieta reduce el suministro de nutrientes al feto.

    Tabla
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    Actividad física

    El ejercicio durante el embarazo tiene riesgos mínimos y se ha demostrado que tiene beneficios para la mayoría de las mujeres embarazadas, como el mantenimiento o la mejora de la forma física, el control del aumento de peso durante el embarazo, la reducción del dolor lumbar y, posiblemente, una reducción en el riesgo de desarrollar diabetes gestacional o bien preeclampsia. La mayoría de ellas pueden seguir realizando las actividades y los ejercicios habituales. Los deportes que no requieran esfuerzos extenuantes, como la natación y las caminatas enérgicas, son una buena elección. Las actividades enérgicas, como correr y montar a caballo, se pueden seguir realizando con cuidado, para evitar lesiones, sobre todo en el abdomen. Deben evitarse los deportes de contacto.

    Actividad sexual

    La actividad sexual es segura durante todo el embarazo a menos que la mujer tenga sangrado vaginal, dolor pélvico o vaginal, pérdida de líquido amniótico o contracciones uterinas. En tales casos, se debe evitar la actividad sexual.

    Medicamentos, consumo de sustancias y exposiciones tóxicas

    Por lo general, lo mejor es evitar ingerir fármacos durante el embarazo. Sin embargo, a veces se deben utilizar medicamentos. Se debe consultar con el médico antes de tomar cualquier fármaco, incluidos los que no necesitan receta, como la aspirina (ácido acetilsalicílico) o las plantas medicinales, en particular durante los primeros 3 meses. Las mujeres que están tomando medicamentos para un trastorno de salud (como la diabetes o la hipertensión arterial) y que planean quedarse embarazadas deben hablar con su médico acerca de si los medicamentos son seguros para continuar o si se necesitan cambios.

    Las mujeres embarazadas no deben consumir alcohol, tabaco (y debe evitarse la exposición al humo de tabaco ajeno), cannabis o drogas ilícitas. El consumo de cafeína en pequeñas cantidades (como 1 taza de café al día) no parece representar ningún riesgo para el feto. Las mujeres con trastornos por consumo de sustancias deben buscar atención médica impartida por un equipo multidisciplinario, incluyendo un obstetra, un especialista en adicciones y un pediatra.

    Las mujeres embarazadas también deben evitar lo siguiente:

    • Manipular directamente la arena para gatos (debido al riesgo de toxoplasmosis, una infección que puede dañar el cerebro del feto)

    • Exponerse a altas temperaturas durante mucho tiempo (por ejemplo, en una bañera de hidromasaje o en una sauna)

    • Tener contacto con personas que padezcan rubéola (sarampión alemán) u otras infecciones que pueden dar lugar a anomalías congénitas.

    • Tener contacto con personas que sufren varicela o bien herpes (culebrilla); durante el parto, estos virus pueden transmitirse al feto y causar una enfermedad grave

    • Exponerse a productos químicos tóxicos o a vapores de pintura

    La exposición a agentes ambientales tóxicos durante el embarazo puede estar asociada a infertilidad, aborto espontáneo, parto prematuro, bajo peso al nacer, retraso del desarrollo neurológico y cáncer infantil. La gravedad del riesgo depende de la toxina y del grado de exposición. Las mujeres embarazadas deben evitar o minimizar la exposición a agentes específicos, como plomo, pesticidas, disolventes y ftalatos. Los productos de cuidado personal utilizados durante el embarazo no deben contener ftalatos, parabenos, oxibenzona ni triclosán. Los productos cosméticos y de cuidado personal etiquetados como "sin fragancia" son menos propensos a contener toxinas que los etiquetados como "sin perfume".

    ¿Sabías que...?

    • El ejercicio y la actividad sexual suelen ser seguros durante el embarazo.

    • Cuando viajan, las mujeres embarazadas siempre deben usar el cinturón de seguridad, pero deben colocarlo por debajo de su abdomen en expansión, sin cruzarlo.

    Preparación para la lactancia

    Durante el embarazo, las mujeres que planean amamantar y no han amamantado antes deben prepararse leyendo sobre la lactancia materna o recibiendo una clase. Hablar con mujeres que han amamantado a sus hijos también puede ser instructivo y estimulante.

    Viajar durante el embarazo

    El médico puede proporcionar información y consejos útiles sobre viajar, por lo que es buena idea hablarle de los planes de viaje (véase también Embarazo y viajes).

    Si se viaja en coche, en avión o en otro vehículo, se debe llevar siempre cinturón de seguridad. Puede ser más cómodo si la parte del cinturón que cruza el regazo se coloca sobre las caderas, por debajo del abdomen agrandado, y la que cruza el hombro, entre las mamas. Los cinturones deben estar ajustados, sin que aprieten de manera molesta.

    Durante cualquier tipo de viaje, es necesario estirarse y enderezar las piernas y los tobillos de forma periódica. Deben levantarse y caminar de vez en cuando, si es posible. La mayoría de las compañías aéreas permiten viajar en avión hasta las 37 semanas de embarazo. La razón principal de esta restricción a 37 semanas radica en el riesgo de dar a luz en un entorno desconocido.

    Cuidados preventivos

    Las mujeres embarazadas deben acudir regularmente a las visitas de atención prenatal con un profesional de la salud centradas en el reconocimiento y la prevención de problemas que pueden complicar el embarazo. Por ejemplo, las mujeres embarazadas son sometidas a pruebas de cribado para detectar muchos trastornos, como

    (Véase también Atención médica durante el embarazo.)

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