Generalidades sobre las enfermedades del pie y el tobillo

PorJames C. Connors, DPM, Kent State University College of Podiatric Medicine
Revisado/Modificado nov 2023
Vista para pacientes

La mayoría de los problemas del pie se deben a alteraciones anatómicas o a una función anormal de estructuras articulares o extraarticulares (véase figura Huesos del pie). Con menor frecuencia, los problemas del pie pueden reflejar una afección sistémica (véase tabla Manifestaciones de enfermedades sistémicas en el pie).

En personas con diabetes y/o enfermedad arterial periférica debe examinarse cuidadosamente el pie, evaluando la suficiencia vascular y la integridad neurológica por lo menos 2 veces por año. Debe enseñarse a realizar autoexamen del pie por lo menos 1 vez al día.

Los pies también son sitios frecuentes de dolor musculoesquelético, lesiones por presión y fricción e infecciones por hongos, bacterias y virus.

Véase también la tabla Afecciones frecuentes del pie y el tobillo según su ubicación anatómica y tabla Trastornos asociados con el dolor del tobillo de acuerdo con la localización.

Huesos del pie

Consideraciones para el uso de inyecciones de corticosteroides

Las inyecciones de corticoides deben utilizarse con precaución para evitar efectos adversos. Los corticoesteroides inyectables deben reservarse para enfermedades inflamatorias como la gota y la artritis reumatoide). Dado que el tarso, el tobillo, el espacio retrocalcáneo y el dorso de los dedos tienen poca cantidad de tejido conjuntivo entre la piel y el hueso, la inyección de corticosteroides insolubles dentro de estas estructuras puede producir despigmentación, atrofia o ulceración, en especial en pacientes mayores con enfermedad arterial periférica.

La inyección profunda de corticosteroides insolubles es segura (p. ej., en la almohadilla del talón, canal del tarso o espacio intermetatarsiano). Debe inmovilizarse el pie durante unos días luego de la inyección en las vainas tendinosas. Una resistencia inusual a la inyección sugiere que se ha inyectado dentro del tendón. El uso de guía ecográfica puede mejorar la precisión de la inyección y, dependiendo de la ubicación, también puede mejorar la eficacia (1). Debe evitarse la inyección repetida en un tendón, pues esto puede debilitarlo (desgarro parcial) y predisponer a una rotura.

Referencia

  1. 1. Daniels EW, Cole D, Jacobs B, Phillips SF: Existing evidence on ultrasound-guided injections in sports medicine. Orthop J Sports Med 6(2):2325967118756576, 2018. Publicado el 22 de febrero de 2018. doi:10.1177/2325967118756576

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