El síndrome de Löffler, una forma de enfermedad pulmonar eosinofílica, se caracteriza por síntomas respiratorios ausentes o leves (lo más frecuente, tos seca), opacidades pulmonares migratorias y fugaces y eosinofilia en sangre periférica.
(Véase también Generalidades sobre la enfermedad pulmonar intersticial).
Las infecciones parasitarias, sobre todo la ascariasis, pueden ser la causa, pero en hasta un tercio de los pacientes no se encuentra un agente etiológico identificable.
El diagnóstico del síndrome de Löffler se basa en los síntomas respiratorios característicos y, con frecuencia, transitorios, los hallazgos en las radiografías de tórax y la eosinofilia en sangre periférica. Requiere la exclusión de otros tipos de enfermedad pulmonar eosinófila. Por ejemplo, la neumonía eosinófila aguda es una entidad específica de inicio agudo, que se caracteriza por hipoxemia grave y, típicamente, eosinófilos en sangre periférica normales al inicio de la enfermedad; la neumonía eosinofílica crónica se caracteriza por episodios recurrentes de síntomas respiratorios más graves y a menudo eosinofilia.
La enfermedad suele resolverse en el plazo de un mes.
El tratamiento del síndrome de Löffler es sintomático y puede consistir en corticosteroides.