Los virus son pequeños microorganismos infecciosos. Son mucho más pequeños que un hongo o una bacteria. Los virus deben invadir una célula viva para reproducirse (véase Introducción a las infecciones víricas).
La mayoría de las infecciones víricas infantiles no son graves e incluyen diversas enfermedades como resfriados, dolor de garganta, vómitos y diarrea, y fiebre con erupción cutánea. Algunas infecciones víricas causan enfermedades más graves, como el sarampión, pero actualmente son menos frecuentes gracias a la vacunación generalizada. (Para los adultos, véase también Introducción a las infecciones víricas.)
Muchas infecciones víricas son tan características que el médico puede diagnosticarlas basándose solo en los síntomas. El médico, por lo general, no necesita identificar mediante análisis el virus específico responsable del cuadro.
Muchas infecciones víricas dan lugar a síntomas como fiebre y dolorimiento o molestias corporales. Aunque la mayoría de los niños con infecciones víricas mejoran sin tratamiento, algunas veces el médico trata estos síntomas con paracetamol (acetaminofeno) o con ibuprofeno. La aspirina (ácido acetilsalicílico) no se administra a niños o adolescentes con estos síntomas, porque aumenta el riesgo de síndrome de Reye en los que tienen ciertas infecciones víricas. Los antibióticos no pueden curar las infecciones víricas. Sin embargo, se dispone de medicamentos antivíricos para algunas infecciones víricas como hepatitis, algunos virus del herpes, gripe y virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
Algunas infecciones víricas infantiles que causan una erupción
Infección | Periodo de incubación* | Periodo contagioso† | Zona de erupción | Naturaleza de la erupción en los niños |
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De 7 a 14 días | De 2 a 4 días antes de la aparición de la erupción hasta 4 días después de la misma | Comienza en la cara alrededor de las orejas y en el costado del cuello Se extiende al tronco, los brazos, las palmas de las manos, las plantas de los pies y las piernas | Comienza unos días después de la fiebre y otros síntomas y dura de 3 a 5 días Erupción enrojecida y plana, luego se eleva y se funde en áreas rojas más grandes Ligeramente pruriginoso | |
Rubéola (sarampión alemán) | De 14 a 21 días | Desde 1 semana antes hasta 1 semana después de la aparición de la erupción (Excepto en los recién nacidos, que por lo general continúan siendo contagiosos durante muchos meses) | Comienza en la cara y el cuello Se extiende al tronco, los brazos y las piernas | Comienza unos días después de la fiebre y otros síntomas y dura de 3 a 5 días Es similar a la erupción del sarampión, pero no es tan roja y no se fusiona para formar grandes áreas rojas |
Roséola infantil (exantema súbito o pseudorrubéola) | Entre 5 y 15 días aproximadamente | Desconocidos | Empieza en el tronco y suele expandirse rápidamente hacia la cara, los brazos y las piernas | Comienza a lo largo del día posterior al día en que la fiebre alta disminuye y dura hasta 3 días Erupción enrojecida y plana, no produce prurito |
Eritema infeccioso (quinta enfermedad o infección por parvovirus B19) | De 4 a 14 días | Desde antes del inicio de la erupción hasta que aparece | Comienza en las mejillas (aspecto de "mejilla abofeteada") Se extiende a los brazos, las piernas y el tronco | Comienza unos días después de la fiebre y otros síntomas y dura de 5 a 10 días Zonas rojas, elevadas, con manchas y patrones de encaje Puede causar prurito |
7 a 21 días (con mayor frecuencia de 14 a 16 días) | 2 días antes de que aparezca la erupción hasta que todas las manchas tengan costra | Comienza en la cara y el tronco Se extiende a los brazos y las piernas | Empieza de 1 a 2 días después del inicio de la fiebre junto con otros síntomas y dura de 4 a 7 días Pequeñas manchas rojas que se elevan y forman ampollas redondas y pruriginosas que luego forman costras | |
* El periodo de incubación es el número de días que transcurren entre el momento en que una persona se infecta por un virus (u otras infecciones, como las bacterias) y el inicio de los síntomas. | ||||
† El periodo contagioso es el periodo de tiempo durante el cual una persona infectada puede transmitir la infección a otras personas. Las infecciones pueden propagarse durante el período contagioso incluso si las personas no presentan síntomas. | ||||
