Durante la adolescencia, los niños se transforman en adultos jóvenes que se están convirtiendo en personas independientes. Experimentan impactantes cambios físicos, cognitivos, sociales, y emocionales. Sin embargo, el camino hacia la edad adulta no es una progresión lineal. Los adolescentes no se van haciendo adultos de forma gradual y continua con el paso del tiempo, sino que más bien alternan entre actuar como adultos y actuar como niños. Al irse desarrollando, los adolescentes pasan gradualmente más tiempo comportándose como adultos y menos tiempo comportándose como niños. Guiar a los adolescentes durante este período puede ser un reto para los padres.
Desarrollo cognitivo en adolescentes
"Cognitivo" significa relativo a los procesos mentales implicados en el aprendizaje, el pensamiento, el razonamiento y la comprensión de las cosas. A medida que los niños crecen, sus procesos cognitivos se desarrollan más.
El desarrollo cognitivo también afecta a la forma en que los adolescentes ven sus vidas y las viven. Al principio de la adolescencia, un niño empieza a desarrollar la facultad de pensamiento lógico y abstracto. Esta mayor complejidad lleva a un mejor autoconocimiento y a la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Debido a los notables cambios físicos de la adolescencia, esta conciencia de sí mismo a menudo se transforma en timidez, acompañada de una sensación de torpeza. El adolescente a menudo también está preocupado por su aspecto físico y por su encanto personal y es muy sensible hacia las diferencias con sus compañeros. Estos sentimientos también se ven afectados por las expectativas y presiones sociales.
A mediados de la adolescencia, el peso en la toma de decisiones acerca de una carrera futura se va incrementando, y la mayoría de los adolescentes no tienen un objetivo claramente definido, aunque poco a poco se dan cuenta de sus áreas de interés y talento. Los padres deben ser conscientes de las capacidades del adolescente y ayudarle a establecer unas metas realistas.
El adolescente aplica su nueva capacidad reflexiva para cuestionar aspectos morales. Los preadolescentes por lo general interpretan lo correcto y lo incorrecto como fijo y absoluto. Los adolescentes a menudo cuestionan las normas de comportamiento y pueden rechazar las costumbres y valores tradicionales, a veces para consternación de los padres. Idealmente, este proceso de reflexión culmina en el desarrollo e interiorización de su propio código ético.
Problemas escolares en adolescentes
La escuela es un entorno en el que tiene lugar una parte importante del desarrollo cognitivo. La escuela constituye una gran parte de la existencia del adolescente. Las dificultades en casi cualquier área de la vida a menudo afectan al comportamiento social y al rendimiento académico de un adolescente en la escuela.
Los problemas escolares concretos pueden incluir
Miedo a ir a la escuela
Abandono escolar
Bajo rendimiento académico
El temor a acudir a la escuela puede ser generalizado o estar relacionado con una persona en particular (un maestro u otro estudiante, véase Bullying [acoso escolar]) o con un aspecto concreto de la escuela (como la clase de educación física). El adolescente puede manifestar síntomas físicos, como dolor abdominal o, simplemente, negarse a ir al colegio. El personal de la escuela y los miembros de la familia deben tratar de entender y abordar la razón y alentar al adolescente a asistir a la escuela.
Los adolescentes que faltan de forma repetida e intencionada a la escuela o la abandonan han tomado la decisión consciente de no seguir en ella. Estos adolescentes generalmente tienen un bajo rendimiento académico y poco éxito o satisfacciones en las actividades de la escuela.
Los adolescentes en riesgo de fracaso escolar deben recibir información sobre otras opciones educativas, como formación profesional, programas de obtención del graduado en educación secundaria y programas alternativos.
Los problemas escolares durante los años de la adolescencia pueden ser consecuencia de una combinación de
Conflictos familiares
Problemas de comportamiento
Entornos de aprendizaje inadecuados
Rebeldía y necesidad de independencia
A veces, los problemas escolares ocurren cuando un adolescente no está en el grado escolar o en el grupo apropiados, especialmente en el caso de adolescentes con una discapacidad de aprendizaje o una discapacidad intelectual leve que no fue diagnosticada a una edad temprana.
El trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) y los trastornos del aprendizaje, que de forma característica suelen comenzar más temprano en la infancia, pueden seguir causando problemas escolares a los adolescentes. En ocasiones, estos trastornos se identifican por primera vez durante la adolescencia a medida que las tareas escolares aumentan de dificultad.
En general, los adolescentes con problemas escolares importantes han de someterse a pruebas educativas exhaustivas y a una exploración psicológica. Puede ser necesario un educador profesional para ayudar a apoyar la participación escolar.
Los problemas específicos se tratan según la necesidad, además de suministrar ayuda general y estímulos. Los cambios en el entorno de aprendizaje y, a veces, los medicamentos, también pueden ser de gran ayuda para los adolescentes con dificultades.
Ley federal de educación para las personas con discapacidades (Individuals with Disabilities Education Act (IDEA)) obliga a las escuelas a evaluar y proporcionar los servicios apropiados para aquellos estudiantes con discapacidades de aprendizaje y otros estudiantes que no están a la altura de su potencial académico proporcionándoles planes de educación individualizados (IEP por sus siglas en inglés).
Desarrollo emocional en adolescentes
Durante la adolescencia, las regiones del cerebro que controlan las emociones se desarrollan y maduran. Esta fase se caracteriza por estallidos aparentemente espontáneos que pueden constituir un reto para los padres y los maestros, que suelen llevar la peor parte. Los adolescentes aprenden gradualmente a suprimir pensamientos y acciones inapropiados y a reemplazarlos por conductas orientadas a objetivos concretos.
La comunicación supone un reto a medida que padres y adolescentes renegocian su relación. Todos estos retos se acentúan cuando las familias hacen frente a otros problemas o cuando los padres tienen sus propias dificultades emocionales, ya que los adolescentes siguen necesitando, pese a todo, su tutela.
Los médicos pueden ayudar a abrir líneas de comunicación ofreciendo a adolescentes y padres un consejo de apoyo sensato y práctico.
Desarrollo de la independencia en los adolescentes
Durante la adolescencia, el principal objetivo es desarrollar la independencia (autonomía). "¿Quién soy, a dónde voy y cómo me relaciono con todas estas personas en mi vida?" son preocupaciones frecuentes para la mayoría de los adolescentes. Este período de desarrollo proporciona a los adolescentes la oportunidad de aprender a cuidar su propia salud y adoptar comportamientos saludables, y también implica a menudo comportamientos de riesgo o vulnerabilidad ante los riesgos sanitarios.
El deseo normal de un adolescente de buscar más libertad puede entrar en conflicto con los instintos de los padres para proteger a sus hijos del daño y dar lugar a enfrentamientos. Es habitual la frustración causada por tratar de crecer en muchas direcciones.
Los adolescentes son mucho más independientes de lo que eran cuando eran niños pequeños y, por lo tanto, a menudo no pueden ser controlados físicamente por los adultos. En estas circunstancias, el comportamiento de los adolescentes está determinado por su propia toma de decisiones, que aún no está madura. Los padres actúan como guías en las acciones de los adolescentes, en lugar de controlarlas directamente.
Por lo general, una de las formas en que los adolescentes ejercen su independencia es cuestionando o desafiando las reglas y, a veces, transgrediéndolas. Asumir riesgos y probar habilidades y límites son acciones normales y apropiadas para el desarrollo durante la adolescencia. Por ejemplo, muchos adolescentes empiezan a presentar comportamientos de riesgo, como la conducción rápida. Muchos adolescentes comienzan a experimentar sexualmente y algunos realizan prácticas sexuales de riesgo. Algunos adolescentes pueden participar en el consumo de alcohol y sustancias. Los expertos especulan que estos comportamientos se producen, en parte, porque los adolescentes tienden a sobreestimar sus propias habilidades en lo que constituye su preparación para la emancipación. Estudios sobre el sistema nervioso también han demostrado que las partes del cerebro que inhiben los impulsos no están totalmente maduras hasta la edad adulta temprana.
Los padres/tutores y los profesionales de la salud deben distinguir los errores ocasionales de juicio, esperables en este grupo de edad, de un patrón de mal comportamiento que requiere intervención profesional. Por ejemplo, el hecho de beber con regularidad e involucrarse a menudo en peleas, absentismo escolar sin permiso (hacer novillos) y hurtos es mucho más significativo que los episodios aislados de estas mismas faltas. Si un problema de comportamiento está afectando la capacidad funcional del adolescente, los signos de alarma incluyen el deterioro del rendimiento en la escuela y la fuga del hogar. Son especialmente preocupantes los adolescentes que se lesionan a sí mismos o a otras personas o que usan un arma en una pelea.
Los adolescentes que se sienten queridos y protegidos por sus progenitores, los cuales además transmiten expectativas claras con respecto al comportamiento de sus hijos y muestran unos límites coherentes en cuanto al establecimiento de reglas y su supervisión, son menos propensos a desarrollar problemas graves.
Estilos de crianza durante la adolescencia
Los conflictos entre padres y adolescentes son frecuentes. En estas situaciones, el control puede ser el tema central. Los adolescentes quieren sentir que pueden tomar decisiones sobre sus vidas o contribuir a ellas, y los padres tienen miedo de permitir que sus hijos tomen malas decisiones. En estas situaciones, todos se benefician de que los padres seleccionen los frentes concentrando sus esfuerzos en las acciones de los adolescentes (como asistir a la escuela y cumplir con las tareas domésticas) más que en sus manifestaciones (como su atuendo, su peinado o su entretenimiento preferido).
Existen 4 estilos principales de crianza:
Autoritario
Autoritario
Permisivo
Sin implicación
El estilo parental basado en la confianza favorece que los niños participen en la configuración de expectativas y el establecimiento de reglas familiares. Este estilo de crianza es más probable que promueva comportamientos maduros porque implica establecer límites, lo cual es importante para el desarrollo saludable del adolescente.
Cuando la intervención parental se basa en la autoridad, los padres utilizan un sistema de concesiones gradual, en el que al principio se da a los adolescentes pequeñas parcelas de responsabilidad como cuidar de una mascota, hacer labores domésticas, comprar su propia ropa, decorar su cuarto o gestionar su paga. Si los adolescentes gestionan una responsabilidad o un privilegio de forma apropiada durante un periodo de tiempo, se les conceden más responsabilidades y más privilegios como por ejemplo salir con amigos sin supervisión paterna o conducir. Por el contrario, una actuación poco juiciosa o irresponsable conlleva la pérdida de concesiones. Cada nueva concesión requiere una vigilancia estrecha por parte de los padres para asegurarse de que los adolescentes cumplen con las reglas previamente pactadas.
La crianza autoritaria se define por la falta de flexibilidad. Los padres establecen reglas que se espera que los niños obedezcan y toman decisiones con un aporte mínimo de sus hijos. Hay poca flexibilidad para la negociación y la comunicación es unidireccional, es decir, los padres no escuchan a sus hijos.
La crianza permisiva se define por cierta flexibilidad pero menos expectativas, y los padres establecen pocos límites. Aunque este estilo de crianza puede llevar a los niños a aprender a explorar y asumir más riesgos, también puede llevar a los niños a desarrollar hábitos negativos porque los padres permisivos no proporcionan mucha orientación.
La crianza sin implicación se define por el alto grado de flexibilidad. Aunque los padres no implicados pueden asegurarse de que los niños tienen cubiertas sus necesidades básicas (por ejemplo, comida, vivienda y ropa), en otras cuestiones no se implican tanto. Hay muchas razones por las cuales los padres no están implicados y en algunos casos se debe a que dedican la mayor parte de su tiempo a la obtención de recursos financieros para la familia.
Más información
El siguiente es un recurso en inglés que puede ser útil. Tenga en cuenta que el Manual no se hace responsable del contenido de este recurso.
Individuals with Disabilities Education Act (IDEA): (Ley federal de educación para las personas con discapacidades, IDEA por sus siglas en inglés): información completa sobre cómo IDEA proporciona una educación pública a los niños con discapacidades que cumplen los requisitos y garantiza la educación especial y los servicios relacionados para esos niños