El inicio de la maduración sexual (pubertad) suele ir acompañado del interés por la anatomía sexual, lo que puede ser una fuente de ansiedad. A medida que los adolescentes maduran emocional y sexualmente, empiezan a participar en conductas sexuales. La masturbación es frecuente entre los adolescentes. La experimentación sexual con una pareja suele empezar con caricias o como masturbación mutua y progresar hasta el sexo oral, vaginal o anal. Al final de la adolescencia, la sexualidad puede evolucionar pasando de la experimentación a la expresión de la intimidad y del compartir.
Idealmente, los adolescentes tienen acceso a un adulto apropiado (como un padre, un maestro o un profesional de la salud) con quien se sienten cómodos y a quien pueden acudir para obtener respuestas a preguntas sobre preocupaciones o malentendidos relacionados con la sexualidad. Otros temas sobre los que los adolescentes pueden querer hablar son la imagen corporal, la anatomía, la menstruación, la masturbación, las erecciones, las emisiones nocturnas (también conocidas como sueños húmedos u orgasmos del sueño), los orgasmos y las prácticas sexuales. Estas conversaciones pueden ser tranquilizadoras si los adolescentes se sienten avergonzados o se preguntan si son normales.
Los adolescentes necesitan fuentes fiables de información sobre la salud sexual. Necesitan asesoramiento y orientación sobre cómo establecer relaciones saludables y evitar situaciones de riesgo. Las cuestiones relacionadas con las fuentes de información, las relaciones o las experiencias de salud sexuales son las siguientes:
Promover actitudes y relaciones sexuales saludables
Reconocer y evitar fuentes de información engañosas o potencialmente dañinas (por ejemplo, algunas redes sociales o fuentes de internet o pornografía)
Comunicarse y encontrarse con posibles depredadores sexuales
Sentirse forzados a compartir o compartir accidentalmente imágenes sexuales de sí mismos (sexting)
Sentirse coaccionado a mantener actividad sexual
Violencia de pareja psicológica, física o sexual
Abuso sexual por parte de alguien conocido o por parte de un extraño
Los profesionales de la salud deben proporcionar asesoramiento adecuado sobre las prácticas sexuales seguras como parte de la atención sanitaria de rutina y han de evaluar a todos los adolescentes sexualmente activos respecto de las infecciones de transmisión sexual (ETS). También deben proporcionar información sobre anticoncepción y embarazo.
Pocos elementos de la experiencia humana combinan aspectos físicos, cognitivos y emocionales tan a fondo como la sexualidad y todos los sentimientos y experiencias que la acompañan. El hecho de ayudar a los adolescentes a situar la sexualidad, la orientación sexual y la identidad de género en un contexto saludable mediante la educación y la discusión sobre la salud sexual es extremadamente importante. Los padres deben compartir abiertamente con sus hijos adolescentes sus valores y expectativas siendo receptivos y solidarios a medida que se desarrollen las identidades sexuales y de género de sus hijos.
Orientación sexual e identidad de género en adolescentes
La orientación sexual y la identidad de género son el foco de atención de muchos adolescentes.
Algunas definiciones sobre la identidad de género son las siguientes:
El sexo se refiere a las características biológicas, como los genitales, los cromosomas y las hormonas, que se utilizan para clasificar a una persona como de sexo masculino o femenino. (Con muy poca frecuencia, las personas nacen con genitales ambiguos que incluyen características masculinas y femeninas, lo que se denomina intersexo). Cuando una persona es transgénero, una frase utilizada para referirse a su sexo de nacimiento es "sexo asignado al nacer". Una persona puede ser asignada hombre al nacer (AMAB, por sus siglas en inglés) o puede ser asignada mujer al nacer (AFAB, por sus siglas en inglés).
La identidad de género es la forma en que las personas se ven a sí mismas, ya sea como una identidad de género masculina, femenina o de otro tipo, que puede corresponder o no al sexo que se les asignó al nacer. Entre los ejemplos de identidades de género diverso se incluyen el transgénero, el género queer, el género no binario y otras identidades de género.
La expresión de género es la manera en que las personas se presentan ante los demás en términos de género. Puede incluir la forma en que las personas se visten, hablan o se peinan.
Incongruencia de género es una experiencia marcada y persistente de incompatibilidad entre la identidad sexual de una persona y el género esperado basado en el sexo asignado al nacer.
La disforia de género se diagnostica cuando una persona con incongruencia de género experimenta un malestar psicológico significativo (como depresión o ansiedad) o un deterioro funcional asociado a la incongruencia de género.
La orientación sexual es un patrón de atracción emocional, romántica y/o sexual que las personas sienten hacia los demás.
La identidad de género comienza a desarrollarse pronto, a menudo antes de la adolescencia. En algunos niños y adolescentes, el sexo que se les asignó al nacer no coincide con su identidad de género. Este desajuste puede causar una angustia considerable conocida como disforia de género. El tratamiento de la disforia de género puede incluir psicoterapia, hormonas y cirugía.
Algunos adolescentes se sienten cómodos explorando su orientación sexual e identidad de género, mientras que otros se sienten inseguros y pueden tener miedo de revelar su orientación sexual o su identidad de género a sus amigos o familiares. Pueden no estar seguros de lo que sienten, aunque es frecuente que los adolescentes se sientan atraídos o tengan pensamientos sexuales sobre personas del mismo sexo y personas del sexo opuesto.
La homosexualidad, la bisexualidad y la asexualidad son variaciones normales de la sexualidad humana.
Algunos adolescentes pueden enfrentarse a desafíos a medida que se desarrollan sus identidades sexuales y de género. Pueden temer no ser aceptados. Estos temores (especialmente durante una etapa en la que la aceptación social es críticamente importante) causa un estrés muy intenso. El miedo al rechazo de sus padres, a veces real, los lleva a mantener una comunicación poco sincera o incompleta con ellos. En algunos casos, estos adolescentes sufren acoso por parte de sus compañeros. Las amenazas de violencia física han de tomarse en serio y deben ser comunicadas a los responsables de la escuela u otras autoridades. El desarrollo emocional de los adolescentes se ve favorecido por una comunidad de apoyo que incluya amigos y familiares.
Infecciones de transmisión sexual (ITS) en adolescentes
En Estados Unidos, las tasas de ciertas ITS son más elevadas entre los adolescentes y los adultos jóvenes. Por ejemplo, las tasas de clamidia y gonorrea son más elevadas entre las mujeres durante sus años de adolescencia y juventud, y muchas personas contraen una infección por el virus del papiloma humano (VPH) durante esa época.
Los adolescentes que comienzan a mantener relaciones sexuales al principio de la adolescencia corren un riesgo mayor de sufrir ITS. Otros adolescentes con mayor riesgo de infecciones de transmisión sexual (ITS) son los siguientes:
Los que residen en un centro de detención
Los que reciben atención en clínicas de infecciones de transmisión sexual (ITS)
Aquellos que son profesionales del sexo o que utilizan el sexo como un medio de supervivencia e intercambian sexo por drogas, dinero, comida o vivienda
Hombres jóvenes que mantienen relaciones sexuales con hombres
Los jóvenes transgénero
Los jóvenes con discapacidad, abuso de sustancias o problemas de salud mental
Los que mantienen relaciones sexuales sin protección
Los factores de riesgo adicionales incluyen múltiples parejas sexuales, falta de educación sobre prácticas sexuales seguras, relaciones sexuales sin protección (no usar condones de manera constante y correcta), menor nivel socioeconómico y falta de acceso a la atención médica. (Véase también Introducción a las infecciones de transmisión sexual.)
Los profesionales de la salud pueden proporcionar a los adolescentes información sobre cómo identificar, prevenir y tratar las infecciones de transmisión sexual (ITS). También efectúan exámenes de cribado a los adolescentes para detectar ITS.