Introducción à la gastroenteritis

PorJonathan Gotfried, MD, Lewis Katz School of Medicine at Temple University
Revisado/Modificado jun 2023 | Modificado sept 2023
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Datos clave

La gastroenteritis es la inflamación del revestimiento interno del estómago y del intestino delgado y grueso. Generalmente es debida a una infección producida por un microorganismo, pero también puede ser causada por la ingestión de fármacos, drogas o toxinas químicas.

  • La gastroenteritis suele estar causada por una infección.

  • Habitualmente, las personas afectadas presentan diarrea, náuseas, vómitos y dolor abdominal.

  • El diagnóstico se basa en el historial de los contactos recientes de la persona con alimentos o agua contaminados, o con personas infectadas con determinados microorganismos; en el uso reciente de antibióticos y, en algunas ocasiones, pruebas de laboratorio.

  • Se administran antibióticos para tratar la gastroenteritis causada solo por parásitos o por ciertas bacterias.

  • Los métodos más eficaces de prevenir la infección consisten en lavarse meticulosamente las manos después de cada deposición o contacto con materia fecal y evitar los alimentos poco cocidos.

La gastroenteritis suele consistir en una diarrea de intensidad leve a grave que puede ir acompañada de pérdida de apetito, náuseas, vómitos, retortijones y malestar abdominal. Aunque la gastroenteritis, por lo general, no es grave en adultos sanos, y solo causa molestias e inconveniencias, puede provocar una deshidratación y un desequilibrio electrolítico potencialmente mortales en personas muy enfermas o en estado de debilidad acusada, en niños muy pequeños y en ancianos.

Cada año, en Estados Unidos, alrededor de 48 millones de personas desarrollan gastroenteritis al comer alimentos contaminados y cerca de 3000 personas mueren a causa de dicha infección.

Cada año mueren en todo el mundo alrededor de 1,6 millones de personas afectadas por gastroenteritis infecciosa.

(Véase también Gastroenteritis en niños.)

Causas de la gastroenteritis

Las causas más comunes de la gastroenteritis son

  • Virus (lo más frecuente)

  • Bacterias

  • Parásitos

Otras causas son

Las infecciones que producen gastroenteritis se pueden transmitir de persona a persona, especialmente si la persona con diarrea no se lava las manos minuciosamente después de cada deposición. La infección también puede producirse si una persona se lleva la mano a la boca después de tocar un objeto (como un pañal o un juguete) contaminado por heces infectadas. Todos estos tipos de transmisión en que intervienen heces infectadas se denominan transmisión fecal-oral.

Una persona, y algunas veces un gran número de personas (en cuyo caso el brote de la enfermedad se considera epidemia), pueden también infectarse al ingerir alimentos o beber agua que ha sido contaminada por heces infectadas. La mayoría de los alimentos pueden estar contaminados con bacterias y producir gastroenteritis, si no se cocinan adecuadamente o no se pasteurizan. A veces se ingiere agua contaminada de manera imprevista, por ejemplo cuando se nada en un estanque contaminado por heces de un animal o en una piscina contaminada por heces de otra persona.

En algunos casos, la gastroenteritis se adquiere mediante el contacto directo con animales portadores del microorganismo infeccioso.

Tabla
Tabla

Virus

Los virus son la causa más frecuente de gastroenteritis en los países desarrollados. Algunos virus infectan las células que recubren el intestino delgado, donde se multiplican y causan diarrea acuosa, vómitos y fiebre.

Existen cuatro tipos de virus que causan gastroenteritis: norovirus, rotavirus, astrovirus y adenovirus entérico (intestinal).

La mayoría de las infecciones por gastroenteritis víricas están causadas por

El astrovirus puede infectar a personas de todas las edades, aunque es mucho más frecuente en bebés y niños pequeños. En climas templados, la infección es más frecuente durante los meses de invierno. En los climas tropicales, la infección es más frecuente durante los meses de verano. La transmisión es fecal-oral. Los síntomas empiezan 3 o 4 días después de la infección.

Los adenovirus suponen la cuarta causa más frecuente de gastroenteritis vírica infantil. Afecta más comúnmente a niños menores de 2 años. Las infecciones se producen a lo largo de todo el año y aumentan ligeramente en verano. La infección se disemina por transmisión fecal-oral y a través de las gotitas de humedad respiratorias, como las producidas por la tos. Cualquier persona cercana puede inhalar estas gotitas e infectarse. Los síntomas empiezan de 3 a 10 días después de la infección.

Otros virus (como el citomegalovirus y el enterovirus) pueden causar gastroenteritis en personas con un sistema inmunitario deficiente.

¿Sabías que...?

  • A nivel mundial, alrededor de 1,6 millones de niños mueren cada año debido a una gastroenteritis causada por infección.

Bacterias

Las causas bacterianas más comunes de la gastroenteritis son

La gastroenteritis bacteriana es menos frecuente que la gastroenteritis vírica. Las bacterias causan gastroenteritis de diversas formas.

Algunas especies, como Vibrio cholerae, y cepas enterotoxigénicas de Escherichia coli (E. coli) se adhieren al revestimiento de los intestinos de forma no invasiva y producen enterotoxinas. Estas toxinas hacen que los intestinos secreten agua y electrolitos, lo que produce una diarrea acuosa.

Otras bacterias (como el Staphylococcus aureus [véase también Intoxicación alimentaria por estafilococos] Bacillus cereus, y Clostridium perfringens) producen una exotoxina que pueden estar presentes en alimentos contaminados. El agente tóxico puede causar gastroenteritis sin producir una infección bacteriana. Estas toxinas suelen causar náuseas, vómitos y diarrea intensos. Los síntomas empiezan unas 12 horas después de haber ingerido alimentos contaminados y remiten en unas 36 horas.

Algunas bacterias (como ciertas cepas de E. coli, Campylobacter, Shigella, Salmonella y Clostridioides difficile) invaden el revestimiento del intestino delgado o el colon. Allí, dañan las células y causan heridas (ulceraciones) que sangran y provocan una pérdida considerable de líquido que contiene proteínas, electrólitos y agua. La diarrea contiene glóbulos blancos (leucocitos) y rojos (eritrocitos) microscópicos y, a veces, sangre visible.

Las bacterias Salmonella y Campylobacter son las que frecuentemente causan diarrea en los países de nuestro entorno. Ambas infecciones se adquieren en la mayoría de los casos por el consumo de carne de ave poco cocinada. La leche no pasteurizada también es una posible fuente. En algunos casos, el Campylobacter se transmite por perros o gatos con diarrea. La Salmonella se puede transmitir mediante la ingestión de huevos crudos o semicrudos y al tener contacto con reptiles (como tortugas o lagartos), aves o anfibios (como ranas y salamandras).

Las especies de Shigella también son una causa de diarrea bacteriana en Estados Unidos y suelen transmitirse de persona a persona (especialmente en guarderías), aunque también se pueden producir brotes de origen alimentario.

La gastroenteritis por E. coli puede estar causada por varios subtipos diferentes de la bacteria.

Actualmente, Clostridioides difficile (C. diff) es probablemente la causa bacteriana más frecuente de diarrea en Estados Unidos y es la causa más frecuente de diarrea que se produce después del tratamiento con antibióticos (véase Gastroenteritis relacionada con fármacos). No obstante, a veces también se da en personas que no han sido tratadas con antibióticos. Los antibióticos matan las bacterias saludables que residen normalmente en los intestinos, lo que permite a la bacteria Clostridioides difficile crecer en su lugar. Clostridioides difficile produce una toxina que causa diarrea acuosa que puede ser de leve a grave y sanguinolenta (véase también diarrea inducida por Clostridioides difficile).

Hay otras bacterias que causan gastroenteritis, pero la mayoría son poco comunes en Estados Unidos. La Yersinia enterocolitica puede causar gastroenteritis o un síndrome similar a la apendicitis. La infección se adquiere comiendo carne de cerdo poco hecha o bebiendo leche sin pasteurizar o agua contaminada. Varias especies de Vibrio (como el Vibrio parahaemolyticus) causan diarrea si se consume marisco semicrudo. Vibrio cholerae, que causa cólera, es responsable de la diarrea acuosa que a veces causa deshidratación grave en personas que habitan en países de bajos recursos. Las epidemias pueden ocurrir después de un desastre natural o en campamentos de refugiados. En raras ocasiones, la listeria puede causar gastroenteritis alimentaria, pero con más frecuencia causa una infección en el torrente sanguíneo o meningitis en mujeres embarazadas, recién nacidos o personas mayores. Las Aeromonas se adquieren al nadar o al beber agua dulce contaminada o agua salada. Plesiomonas shigelloides causa diarrea en personas que han comido marisco crudo o que han viajado a países tropicales de bajos recursos.

Parásitos

Los parásitos más frecuentes son

Ciertos parásitos intestinales, en especial la Giardia intestinalis, se adhieren a las células del revestimiento intestinal, causando náuseas, vómitos, diarrea y una sensación de malestar general. La infección resultante, llamada giardiasis se da en cualquier parte del mundo. Si la infección se vuelve persistente (crónica), puede evitar que el cuerpo absorba nutrientes (lo que se denomina síndrome de malabsorción). Por lo general, la infección se transmite por beber agua contaminada (en ocasiones obtenida de pozos o de fuentes de agua no convencionales hallados durante caminatas por la naturaleza o al ir de acampada), ingerir alimentos contaminados o por contacto de persona a persona (como en el caso de las guarderías).

Otro parásito intestinal, llamado Cryptosporidium parvum, provoca diarrea acuosa que algunas veces se acompaña de retortijones abdominales, náuseas y vómitos. La infección resultante, llamada criptosporidiosis, es generalmente leve en personas por lo demás sanas, pero puede ser grave e incluso mortal en personas que tienen el sistema inmunitario debilitado. Se adquiere habitualmente al beber agua contaminada. Debido a que es resistente a las concentraciones habituales de cloro, este parásito es la causa más común de la enfermedad de las aguas recreativas en Estados Unidos.

Hay otros parásitos que pueden causar síntomas similares a los de la criptosporidiosis, entre los que se incluyen Cyclospora cayetanensis y, en personas con el sistema inmunitario deficiente, Cystoisospora belli y una serie de microorganismos denominados microsporidios. La Entamoeba histolytica causa amebiasis, una infección del intestino grueso y a veces del hígado y otros órganos. La amebiasis es una causa frecuente de diarrea sanguinolenta en países donde el saneamiento es insuficiente, si bien es poco frecuente en Estados Unidos.

Síntomas de la gastroenteritis

El tipo y gravedad de los síntomas dependen de la clase y la cantidad de toxina o microorganismo ingeridos. También varían de acuerdo con la resistencia de la persona.

Los síntomas a menudo comienzan repentinamente, a veces de forma drástica, con pérdida del apetito, náuseas o vómitos. Pueden producirse ruidos intestinales audibles (borborigmos) y retortijones. La diarrea es el síntoma más frecuente y puede ir acompañada de sangre visible y moco. El abdomen (y las asas intestinales del interior) puede notarse dolorosamente hinchado (distendido) por gases.

La persona puede tener fiebre, sentirse con mal estado general y tener dolores musculares y cansancio extremo.

Gastroenteritis vírica

Los virus provocan diarrea acuosa. Las heces casi nunca contienen mucosidad o sangre. Para síntomas específicos de norovirus y rotavirus, véase Gastroenteritis por norovirus y Gastroenteritis por rotavirus.

El adenovirus causa vómitos leves de 1 a 2 días después del inicio de la diarrea. La diarrea puede durar de 1 a 2 semanas. Los lactantes y los niños pueden presentar vómitos leves que suelen comenzar de 1 a 2 días después del inicio de la diarrea. Se produce febrícula en aproximadamente el 50% de las personas. Algunas personas pueden presentar congestión nasal, secreción nasal (moqueo), picor de garganta y tos. Los síntomas suelen ser leves, pero pueden durar más tiempo que con otras causas víricas de gastroenteritis.

Los síntomas del astrovirus son similares a los de una infección leve por rotavirus.

Gastroenteritis bacterianas

Es probable que las bacterias causen fiebre, y pueden causar diarrea sanguinolenta o acuosa. Algunas bacterias también provocan vómitos.

Gastroenteritis causada por parásitos

Los parásitos suelen causar una diarrea que puede durar mucho tiempo, y pueden provocar diarrea intermitente. La diarrea es, por lo general, no sanguinolenta. Las personas afectadas pueden estar muy cansadas y perder peso cuando tienen diarrea de larga duración causada por una infección parasitaria.

Complicaciones de la gastroenteritis

Los vómitos intensos y la diarrea pueden provocar una deshidratación grave. Los síntomas de deshidratación incluyen debilidad, disminución en la frecuencia de la micción, boca seca y, en los niños, llanto sin lágrimas. Los vómitos o la diarrea excesivos pueden provocar problemas electrolíticos como concentraciones bajas de potasio en sangre (hipocalemia) y deshidración, que puede causar presión arterial baja y una frecuencia cardíaca rápida. Además, pueden aparecer niveles bajos de sodio en sangre (hiponatremia), particularmente si la persona repone los líquidos perdidos tomando bebidas que contienen poca o ninguna cantidad de sal, como el agua y el té. Los desequilibrios de agua y electrólitos son potencialmente graves, especialmente en los jóvenes, las personas mayores y los pacientes con enfermedades crónicas. En casos graves se puede producir bajo volumen sanguineo (choque hipovolémico) e insuficiencia renal.

Diagnóstico de la gastroenteritis

  • Evaluación médica

  • Antecedentes de contacto con personas enfermas, ciertos animales o alimentos o agua contaminados; viaje reciente; o uso de antibióticos

  • A veces, análisis de heces

El diagnóstico de gastroenteritis suele ser evidente solo por los síntomas, pero los médicos consideran otros trastornos gastrointestinales que causan síntomas similares (por ejemplo, colitis ulcerosa).

La causa de la gastroenteritis a menudo no es evidente y debe buscarse. A veces, otros miembros de la familia o compañeros de trabajo han estado recientemente enfermos con síntomas similares o bien se ha tenido contacto con ciertos animales. En otros casos, la gastroenteritis puede provenir de aguas contaminadas o alimentos cocinados inadecuadamente, estropeados o contaminados, como puede ocurrir con los mariscos crudos o la mayonesa dejada fuera de la nevera demasiado tiempo. También pueden proporcionar algunas pistas los viajes recientes, especialmente a ciertos países, donde la probabilidad de la infección es mayor, y el uso reciente de antibióticos.

Prueba analítica

Si los síntomas son intensos o duran más de 48 horas, pueden examinarse muestras de heces en el laboratorio para valorar la presencia de glóbulos blancos (leucocitos) y de bacterias, virus o parásitos.

Prueba analítica

Las personas gravemente enfermas pueden necesitar análisis de sangre para determinar si presentan desequilibrios de agua y electrólitos o pruebas para determinar cómo funcionan sus riñones.

Si los síntomas persisten más de lo esperado, el médico necesita examinar el intestino grueso con un sigmoidoscopio (un tubo flexible de visualización utilizado para explorar la parte inferior del tubo digestivo), con el fin de determinar si la persona sufre una enfermedad como la colitis ulcerosa.

Tratamiento de la gastroenteritis

  • Líquidos y soluciones de rehidratación

  • A veces medicaciones

Rehidratación

Habitualmente, el único tratamiento necesario para la gastroenteritis es reposar en cama y tomar una cantidad adecuada de líquidos. Incluso una persona que esté vomitando debe tomar tanto líquido como pueda, a pequeños sorbos y de forma frecuente.

Si el vómito o la diarrea se prolongan o la persona se deshidrata gravemente, son necesarios líquidos y electrólitos por vena (intravenosos). Dado que los niños se deshidratan con mayor facilidad, deben recibir líquidos con un equilibrio apropiado de sales y azúcares. Cualquiera de las soluciones disponibles comercialmente diseñadas para reponer los líquidos perdidos y los electrólitos (denominadas soluciones de rehidratación oral) son satisfactorias. Las bebidas carbonatadas, té, bebidas para deportistas o que contienen cafeína y zumos de fruta no son apropiados. Si el niño es amamantado, debe continuarse la lactancia materna.

A medida que los síntomas mejoran, la persona puede añadir gradualmente alimentos a la dieta. Aunque a menudo se recomienda, no hay necesidad de limitar la dieta a alimentos suaves como cereales, gelatina, plátanos, arroz, compota de manzana y pan tostado. Sin embargo, algunas personas no toleran los productos lácteos hasta algunos días después de tener diarrea.

Medicamentos

El médico puede administrar a los adultos medicamentos contra las náuseas, como ondansetrón, proclorperazina y prometazina, por vía oral o en forma de inyección o supositorio. Los niños que todavía vomitan transcurridas 24 horas deben ser vistos nuevamente por un médico.

Si la diarrea continúa durante 24 a 48 horas y no hay sangre en las heces que indique una infección bacteriana más grave, el médico puede prescribir un fármaco para controlar la diarrea, como el difenoxilato, o indicar a la persona el uso de un fármaco de venta sin receta, como la loperamida. Estos medicamentos (llamados medicamentos antidiarreicos) no se administran a niños menores de 18 años con diarrea aguda. Los fármacos antidiarreicos tampoco se administran a las personas que han recibido recientemente tratamiento con antibióticos, presentan diarrea sanguinolenta, sangre en las heces en cantidades demasiado pequeñas para ser vistas o diarrea y fiebre.

Incluso cuando el agente causante de la gastroenteritis es una bacteria conocida, habitualmente es mejor evitar la administración de antibióticos, dado que pueden causar diarrea y estimular el crecimiento de microorganismos resistentes a los antibióticos. No obstante, pueden usarse antibióticos cuando la causa son determinadas bacterias, como Campylobacter, Shigella y Vibrio, y en personas afectadas por la diarrea del viajero. Los antibióticos también se utilizan para tratar la diarrea causada por Clostridioides difficile. El antibiótico que se utiliza para el tratamiento es diferente del antibiótico que causó la infección por Clostridioides difficile. (Véase también la tabla Microorganismos que causan gastroenteritis.)

Las infecciones parasitarias se tratan con fármacos antiparasitarios, como el metronidazol, el tinidazol y la nitazoxanida.

¿Sabías que...?

  • Los antibióticos no siempre son eficaces en la diarrea causada por bacterias.

Probióticos

De forma natural, en el cuerpo humano existen determinadas bacterias que estimulan el crecimiento de las llamadas bacterias buenas (probióticos). El uso de probióticos, como el Lactobacillus (típicamente presente en el yogur) puede acortar ligeramente la duración de la diarrea (tal vez por menos de 1 día). Sin embargo, no se dispone de pruebas suficientes de que los probióticos eviten las consecuencias más graves de la gastroenteritis, como la necesidad de líquidos intravenosos o de hospitalización, como para apoyar su uso habitual para tratar o prevenir la diarrea infecciosa.

Prevención de la gastroenteritis

  • Vacunación

  • Lavado de manos

  • Lactancia

Se dispone de 2 vacunas contra el rotavirus orales. Son seguras y eficaces contra la mayoría de las cepas de este microorganismo. Las vacunas contra el rotavirus son parte del plan de vacunación infantil recomendado.

La lactancia materna es una manera simple y eficaz de ayudar a prevenir la gastroenteritis en los bebés.

Los cuidadores deben lavarse bien las manos con agua y jabón antes de preparar los biberones para los bebés alimentados con leche de fórmula. Si no se dispone de agua limpia y jabón, se debe utilizar un desinfectante antibacteriano para manos.

Los cuidadores deben también lavarse las manos después de cambiar pañales. Las áreas de cambio de pañales deben ser desinfectadas con una solución de lejía de uso doméstico recién preparada (¼ de taza de lejía diluida en unos 4 litros de agua).

Los niños con diarrea no deben asistir a la guardería mientras duren los síntomas. Los niños infectados con la E. coli que causa diarrea sanguinolenta o Shigella deben tener 2 pruebas de heces negativas antes de reincorporarse al centro.

¿Sabías que...?

  • Se necesitan 20 segundos para recibir el beneficio completo del lavado de manos con agua y jabón estándar.

Los lactantes y otras personas con un sistema inmunitario debilitado no deben ser expuestos a reptiles, aves o anfibios, ya que estos animales suelen llevar la bacteria Salmonella, y la infección es más grave en estos grupos de población.

Dado que la mayoría de las infecciones que causan gastroenteritis se transmiten por el contacto entre personas, especialmente por el contacto directo o indirecto con heces infectadas, un buen lavado de manos con agua y jabón después de cada deposición es el medio más efectivo de prevención.

Para prevenir infecciones producidas por alimentos, deben lavarse las manos antes de tocar los alimentos; también deben lavarse los cuchillos y las planchas de cortar, utilizados para cortar la carne cruda, antes de utilizarlos con otro alimento; la carne y los huevos deben cocinarse completamente y los sobrantes deben refrigerarse rápidamente después de cocinados. Solo se deben utilizar productos lácteos y zumos de manzana pasteurizados.

Los viajeros deben tratar de evitar los alimentos y bebidas de alto riesgo, como los que se venden por la calle.

Para prevenir la enfermedad de las aguas recreativas, las personas con diarrea no deben bañarse. Debe revisarse de forma frecuente el pañal de los bebés y niños pequeños y deben cambiarse en un baño y no cerca del agua. Los bañistas deben evitar tragar agua mientras nadan.

Dado que el consumo de la mayoría de antibióticos puede aumentar el riesgo de diarrea causada por infección por Clostridioides difficile, los antibióticos solo se deben administrar cuando sea necesario y nunca en situaciones en las que no van a tener ningún efecto (por ejemplo, para una infección viral).

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