Quemaduras en los ojos

PorAnn P. Murchison, MD, MPH, Wills Eye Hospital
Revisado/Modificado oct 2024
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Las quemaduras oculares pueden ocurrir después de lesiones relacionadas con el calor o las sustancias químicas y pueden provocar complicaciones graves, incluida la ceguera permanente.

(Véase también Introducción a las lesiones oculares.)

Los párpados se cierran con rapidez como reacción refleja para proteger al ojo ante cualquier daño. No obstante, a veces los productos químicos irritantes o nocivos alcanzan la superficie ocular, originando quemaduras químicas.

Las quemaduras químicas más peligrosas son las producidas por sustancias que son ácidos o álcalis fuertes. Las quemaduras por sustancias alcalinas tienden a ser más graves que las quemaduras por sustancias ácidas. Las sustancias alcalinas incluyen sosa cáustica y se encuentran más comúnmente en productos de cal, hormigón, yeso y mortero, limpiadores de horno y desatascadores, detergente para lavavajillas y fertilizantes. Las quemaduras pueden producirse por líquidos que salpican o, de manera menos frecuente, por material en polvo que, disuelto en el aire, alcanza los ojos.

Las quemaduras químicas graves que afectan a la cúpula transparente de la superficie ocular (córnea), especialmente las lesiones por álcalis, pueden conducir a la lesión cicatricial, perforación del ojo, infección y ceguera.

Las quemaduras químicas en los ojos son muy dolorosas. Debido a que el dolor es tan grande, la persona afectada tiende a mantener los párpados cerrados. Los párpados cerrados mantienen la sustancia contra el ojo durante un tiempo prolongado, lo que puede agravar el daño.

El reflejo de parpadear suele causar que el ojo se cierre en respuesta al calor. Por lo tanto, las quemaduras térmicas tienden a afectar el párpado en lugar de la conjuntiva o la córnea. Las quemaduras térmicas de la conjuntiva o de la córnea son generalmente leves y pueden no causar ningún daño permanente en el ojo.

Usar gafas de protección o protección facial puede ser una medida de seguridad esencial para evitar quemaduras cuando se manipulan materiales potencialmente peligrosos.

Tratamiento de las quemaduras oculares

  • Enjuagar inmediatamente el ojo con agua

  • Enjuague continuado del ojo con una solución salina por el personal médico

Quemaduras químicas

La quemadura ocular química se ha de tratar de manera inmediata, incluso antes de que llegue el personal sanitario. Se abre el ojo y se irriga con agua o con suero fisiológico. Cuando las quemaduras están causadas por ácidos o álcalis fuertes o por otras sustancias cáusticas, se debe echar agua (irrigar) en el ojo continuamente durante 30 minutos como mínimo o hasta que el pH (una medida de la acidez o de la alcalinidad) ocular sea normal. La irrigación debe iniciarse en el lugar del accidente y continuarse en la ambulancia y en la sala de urgencias. Debido a que el dolor puede forzar al paciente a cerrar el ojo, otra persona debe ayudar manteniéndole abierto el párpado manualmente durante la irrigación del ojo.

Un médico u otro profesional sanitario puede instilar (echar) gotas anestésicas en el ojo para facilitar que se mantenga abierto. En un servicio de urgencias se usa a menudo un aparato de irrigación especial.

Después de la irrigación, se examina la superficie ocular y la cara interna del párpado y se extrae cualquier sustancia que todavía permanezca embebida en el tejido. El interior del párpado también se lava para eliminar cualquier partícula diminuta que no haya resultado visible.

Se suministra una gota de un fármaco (como ciclopentolato o homatropina) que dilata la pupila, relaja los músculos de la parte coloreada del ojo (el iris) y evita la aparición de espasmos dolorosos. Se utilizan antibióticos tópicos (gotas o ungüentos) para lubricar el ojo y prevenir la infección. Las gotas de corticoesteroides (como la prednisolona) también pueden ser administradas por un oftalmólogo (un médico especializado en la evaluación y el tratamiento, tanto quirúrgico como no quirúrgico, de los trastornos oculares) durante un periodo de tiempo limitado.

Aunque las gotas anestésicas alivian el dolor, también lentifican el proceso de curación y no se suelen administrar después de la irrigación inicial. El dolor se puede tratar con paracetamol (acetaminofeno) o, si es grave, con un analgésico recetado. Si la córnea ha sufrido una quemadura, debe aplicarse una pomada antibiótica.

Las quemaduras graves deben ser tratadas por un oftalmólogo (un médico especializado en la evaluación y el tratamiento, ya sea quirúrgico o no, de los trastornos oculares) en un plazo de 24 horas. Este tratamiento administrado a tiempo es necesario para preservar la visión y prevenir complicaciones graves, como daños en la córnea y el iris, perforación del ojo y deformidades del párpado.

En las quemaduras más graves también se pueden usar otros fármacos de uso tópico y/u oral, como la vitamina C. Las quemaduras graves requieren revisiones oculares frecuentes. Algunas quemaduras químicas son tan graves que requieren cirugía. Incluso con el mejor tratamiento, el ojo puede quedar ciego o tener una discapacidad visual.

¿Sabías que...?

  • Una quemadura química ocular debe lavarse inmediatamente con agua y enjuagarse hasta que llegue el personal médico.

Quemaduras térmicas

Las quemaduras de párpados son tratadas igual que otras quemaduras en la piel. Estas quemaduras se limpian y, posteriormente, se aplica un antibiótico para prevenir la infección. Las quemaduras en la conjuntiva o en la córnea pueden ser dolorosas, así que los afectados pueden necesitar analgésicos. También se puede suministrar gotas ciclopéjicas (como ciclopentolato o homatropina) para prevenir los espasmos dolorosos de los músculos que contraen la pupila, así como una pomada antibiótica para prevenir la infección.

Las quemaduras graves pueden requerir múltiples cirugías. Por ejemplo, una quemadura térmica grave en el párpado puede dar lugar a una incapacidad para cerrar el párpado, dejando la córnea expuesta. Puede ser necesario que el médico realice un procedimiento llamado tarsorrafia. En este procedimiento, los párpados se cosen parcialmente entre sí para proteger al ojo de los cuerpos extraños y de la sequedad, al tiempo que permite a la persona ver a través de una abertura estrecha. La cirugía reconstructiva no se realiza hasta que el ojo esté lo suficientemente curado.

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