Dada su estructura y su función, el bazo es, en esencia, 2 órganos:
La pulpa blanca, formada por vainas linfáticas periarteriales y centros germinales, actúa como órgano inmunitario.
La pulpa roja, formada por macrófagos y granulocitos que revisten los espacios vasculares (cordones y sinusoides), actúa como un órgano fagocítico.
La pulpa blanca es un sitio de producción y maduración de linfocitos B y linfocitos T. Los linfocitos B del bazo generan anticuerpos humorales protectores; en ciertos trastornos autoinmunitarios (p. ej., trombocitopenia inmunitaria, anemias hemolíticas inmunitarias Coombs-positivas), también pueden sintetizarse autoanticuerpos inadecuados contra elementos sanguíneos circulantes.
La pulpa roja elimina bacterias revestidas de anticuerpos, eritrocitos envejecidos o defectuosos y células sanguíneas revestidas de anticuerpos (como puede ocurrir en citopenias inmunitarias, p. ej., trombocitopenia inmunitaria, anemias hemolíticas Coombs-positivas y algunas neutropenias). También sirve de reservorio de elementos de la sangre, en especial leucocitos y plaquetas. Los macrófagos derivados de monocitos sanguíneos y los residentes producidos durante el desarrollo embrionario pueden activarse para amplificar el control de la infección, pero también pueden producir sustancias que inducen una inflamación excesiva no deseada.
En algunos animales, el bazo puede contraerse en momentos de anemia grave y "autotransfundirse" glóbulos rojos; no está claro si esta "autotransfusión" ocurre en los seres humanos. A través de su función de eliminación de los eritrocitos y de extracciòn de los cuerpos extraños dentro de ellos, el bazo elimina los cuerpos de inclusión, como los cuerpos de Heinz (precipitados de globina insoluble), los cuerpos de Howell-Jolly (remanentes de DNA nuclear), núcleos enteros y eritrocitos malformados; por consiguiente, después de la esplenectomía o en un estado de hipoesplenismo funcional, aparecen eritrocitos con estas inclusiones y acantocitos (un tipo de eritrocito malformado) en la circulación periférica. Puede desarrollarse hematopoyesis extramedular si la lesión de la médula ósea (p. ej., fibrosis o metástasis tumorales) permite que las células madre hematopoyéticas circulen y pueblen el bazo adulto o si es estimulada por la terapia con factores de crecimiento hematopoyéticos (véanse también Mielofibrosis primaria y Síndromes mielodisplásicos).
La evidencia acumulada sugiere que hay comunicación entre el cerebro y el bazo, que se ha denominado eje cerebro-bazo. La señalización del nervio vago aferente y eferente contribuye a esta comunicación. Se ha demostrado que el estrés crónico produce esplenomegalia en roedores, lo que puede ser bloqueado por el antidepresivo arketamina. El bazo puede afectar la respuesta inmunitaria humoral en las neuronas relacionadas con la corticotropina en algunas áreas del encéfalo. Se ha demostrado que la esplenectomía o la denervación esplénica previenen la depresión relacionada con el estrés en animales de laboratorio (1).
Asplenia
La asplenia es la pérdida de la función esplénica debido a
Ausencia congénita del bazo
Ausencia funcional del bazo
Resección quirúrgica del bazo (esplenectomía)
La asplenia congénita es un trastorno raro. Los lactantes con este trastorno a menudo también tienen cardiopatía congénita como la dextrocardia.
La asplenia funcional es la pérdida de la función esplénica debido a una variedad de enfermedades sistémicas. Las causas comunes incluyen anemia drepanocítica, enfermedad celíaca y hepatopatía alcohólica. La asplenia funcional también puede ocurrir después de lesiones vasculares directas (p. ej., infartos esplénicos, trombosis de la vena esplénica).
La asplenia quirurgica es la ausencia física del bazo. Puede ocurrir en pacientes sanos que requieren esplenectomía después de un traumatismo o en pacientes con enfermedades inmunológicas o hematológicas que requieren esplenectomía (p. ej., trombocitopenia inmunitaria, hiperesplenismo, esferocitosis hereditaria). La lesión esplénica después de un traumatismo abdominal no penetrante es común, en especial en los participantes de deportes de contacto. Sin un tratamiento quirúrgico adecuado, puede producirse una hemorragia grave y a veces letal.
Debido al importante papel del bazo en la inmunidad humoral, así como en la eliminación de bacterias recubiertas de anticuerpos, la asplenia por cualquier causa aumenta significativamente el riesgo de infección. Los pacientes asplénicos son particularmente susceptibles a la sepsis grave debido a microorganismos encapsulados, principalmente Streptotococcus pneumoniae (neumococo), pero también en ocasiones por Haemophilus influenzae tipo b (Hib) o Neisseria meningitidis (meningococo). Los pacientes asplénicos también tienen mayor riesgo de babesiosis.
Debido al riesgo de estas infecciones, la inmunización es importante. Los pacientes deben recibir la vacuna antineumocócica, la vacunan antimeningocócica y la vacuna contra Haemophilus influenzae b. Los pacientes también deben recibir la vacuna antigripal, la vacuna contra la COVID-19 y otras vacunaciones según su situación clínica. Los pacientes a menudo también reciben antibióticos profilácticos diarios, como penicilina o amoxicilina, especialmente cuando tienen contacto regular con niños. La duración apropiada del tratamiento con antibióticos profilácticos no está clara porque el hígado puede asumir la función del bazo de eliminación de microrganismos con el tiempo. Los pacientes con asplenia que desarrollan fiebre a menudo reciben antibióticos empíricos mientras se someten a pruebas para buscar el origen.
Referencia general
1. Wei Y, Wang T, Liao L, et al: Brain-spleen axis in health and diseases: A review and future perspective. Brain Res Bull 182:130–140, 2022. doi:10.1016/j.brainresbull.2022.02.008