Pruebas y procedimientos ginecológicos

PorShubhangi Kesavan, MD, Cleveland Clinic Learner College of Medicine, Case Western Reserve University
Revisado/Modificado abr 2024
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A veces los médicos recomiendan pruebas de cribado como parte de la atención preventiva; se trata de pruebas que se realizan para detectar trastornos en personas que no presentan síntomas. Si las mujeres presentan síntomas relacionados con el aparato reproductor (síntomas ginecológicos), quizás sea necesario realizar pruebas para identificar el trastorno que los causa (procedimientos diagnósticos).

Las pruebas de cribado importantes para las mujeres son

Pruebas de embarazo

Las mujeres en edad fértil que están tratando de quedarse embarazadas, están preocupadas por un embarazo no deseado o tienen síntomas ginecológicos pueden solicitar pruebas de embarazo o bien un médico puede recomendar que se sometan a una prueba de embarazo. El médico toma una muestra de orina (o, a veces, de sangre) de la mujer y la analiza para comprobar la presencia de embarazo.

La precisión de las pruebas de embarazo en orina realizadas en el hogar puede variar dependiendo del equipo de prueba específico, la técnica y la interpretación del resultado. Por lo tanto, cualquier prueba de embarazo positiva realizada en el hogar debe confirmarse mediante un análisis de orina o de sangre.

Otras pruebas de laboratorio

Los médicos pueden solicitar otros análisis de sangre para evaluar trastornos o complicaciones ginecológicas, como

Además, a veces se recoge una muestra de orina para detectar infecciones de las vías urinarias, infecciones de transmisión sexual o anomalías de la vejiga o los riñones.

Pruebas para detectar infecciones ginecológicas

Pruebas para la vaginitis

Para las mujeres con secreción vaginal anormal, los médicos pueden tomar una muestra de la secreción para detectar vaginitis, que puede estar causada por vaginosis bacteriana, infección por levaduras o infección por tricomonas. Algunos resultados de las pruebas están disponibles de inmediato y otros tardan unos días.

Análisis para detectar infecciones de transmisión sexual

Las mujeres con riesgo de infecciones de transmisión sexual deben someterse a cribado, aunque no presenten síntomas.

Las mujeres deben someterse a pruebas de detección de infecciones de transmisión sexual de forma regular, según el riesgo. Las pruebas para gonorrea y clamidia deben hacerse anualmente en el caso de mujeres

  • Sexualmente activas y de 25 años de edad o menos

  • Sexualmente activas y mayores de 25 años si existe un mayor riesgo (como una nueva pareja sexual o una pareja múltiple, una mujer o su pareja tienen más de una pareja sexual o han sufrido una infección de transmisión sexual previa)

  • Embarazo

También se recomiendan pruebas de detección para VIH (virus de inmunodeficiencia humana) y hepatitis C al menos una vez en la vida de la mujer (o más a menudo si la mujer corre un mayor riesgo).

Las mujeres embarazadas deben hacerse la prueba del VIH (virus de inmunodeficiencia humana), hepatitis B y sífilis.

Las mujeres con riesgo elevado, con síntomas o que solicitan pruebas también deben someterse a pruebas para la detección de infecciones de transmisión sexual en cualquier momento. Las pruebas para detectar las infecciones de transmisión sexual se realizan con diferentes tipos de análisis, dependiendo de la infección.

Las infecciones de transmisión sexual que se analizan con muestras vaginales, cervicales o urinarias son

Para la mayoría de estas infecciones de transmisión sexual, el médico utiliza un hisopo para obtener una pequeña muestra del cuello uterino. La muestra se envía a un laboratorio para su análisis. Las pruebas para la detección de gonorrea y clamidia también se pueden hacer usando una muestra de orina o una muestra del interior de la vagina (que puede ser recogida por un médico o por la propia mujer).

Las infecciones de transmisión sexual que se analizan mediante análisis de sangre son:

Las pruebas para la detección de infecciones de transmisión sexual son una parte importante de la atención preventiva, ya que las infecciones de transmisión sexual no tratadas pueden causar complicaciones graves (como infertilidad, enfermedades graves del hígado, del sistema nervioso o del sistema inmunológico o cáncer).

Aunque el VPH (virus del papiloma humano) es una infección de transmisión sexual, las pruebas de detección del VPH se suelen realizar como parte de la detección sistemática del cáncer de cuello uterino, sola o combinada con una prueba de Papanicolaou, no como una prueba de detección de infecciones de transmisión sexual. El VPH puede causar verrugas genitales y puede aumentar el riesgo de cáncer de cuello uterino. Las verrugas genitales son diagnosticadas por los médicos durante la exploración pélvica, en función de su apariencia. A veces, si el diagnóstico es incierto, se requiere biopsia.

Prueba del cáncer de cuello uterino

Cribado del cáncer del cuello uterino

Las pruebas que se utilizan para el cribado del cáncer del cuello uterino son las siguientes:

  • Prueba de Papanicolaou (Pap): las células del cuello del útero son examinadas al microscopio para determinar si alguna es cancerosa o anormal y puede, sin tratamiento, dar lugar a un cáncer (células precancerosas).

  • Prueba para detectar el virus del papiloma humano (VPH): se analiza una muestra del cuello uterino para determinar si existe una infección por este virus. El VPH puede provocar cáncer de cuello uterino.

Tanto en la prueba de Papanicolau como en la prueba del VPH, los médicos toman una muestra del cuello uterino. Los médicos recogen la muestra insertando un espéculo (un instrumento de metal o plástico) en la vagina para mantener separadas sus paredes. Luego utilizan un cepillo de plástico para recoger algunas células de la superficie del cuello uterino y del conducto a través del cuello uterino (canal cervical). Las muestras se envían a un laboratorio, donde se examinan con un microscopio para detectar células anómalas. Las células anormales pueden indicar alteraciones precancerosas o, en raras ocasiones, cáncer de cuello uterino.

Prueba analítica

La prueba de Papanicolau suele producir picor o algo parecido a un calambre, pero no es dolorosa y solo requiere unos segundos.

Esta prueba identifica la mayoría de los cánceres cervicales, incluso en estadios muy tempranos. También permite detectar cambios precancerosos en las células cervicales. Estos cambios, llamados neoplasia intraepitelial cervical, pueden tratarse, lo cual contribuye a prevenir la progresión y la diseminación del cáncer.

Las pruebas de Papanicolaou son más precisas si la mujer no se realiza una ducha vaginal ni usa cremas vaginales u otros productos durante al menos 24 horas antes de la prueba.

Los expertos recomiendan realizar la primera prueba de Papanicolau a la mayoría de mujeres a partir de 21 años de edad.

La frecuencia con que es necesaria la prueba depende fundamentalmente de la edad y de los resultados de anteriores pruebas de Papanicolau:

Prueba analítica
  • Menores de 21 años: no es necesario realizar pruebas de cribado

  • De los 21 a los 29 años de edad: las pruebas se realizan generalmente cada 3 años utilizando solo una prueba de Papanicolau (alternativamente, las pacientes con riesgo promedio de 25 años o más pueden comenzar a realizar pruebas de detección del VPH solas cada 5 años)

  • De los 30 a los 65 años de edad: las pruebas se realizan cada 3 años si solo se realiza una prueba de Papanicolaou, cada 5 años si solo se realiza una prueba de virus del papiloma humano (VPH) o cada 5 años si se realizan ambas, una prueba de Papanicolaou y una prueba de VPH.

  • Después de los 65 años, la mayoría de las mujeres ya no necesitan hacerse la prueba si no han tenido ningún resultado anormal en los últimos 10 años.

En los casos de alto riesgo de cáncer cervical es recomendable hacerla con más frecuencia. Estos casos incluyen las mujeres portadoras del infección por VIH, las que tienen un sistema inmunitario debilitado (como resultado de fármacos o de un trastorno que deprima el sistema inmunitario) y las que hayan tenido resultados anómalos en la prueba de Papanicolau.

En las mujeres de edad avanzada, las pruebas citológicas deben reanudarse o continuarse si se tiene una pareja sexual nueva o varias parejas sexuales.

En caso de extirpación completa del útero (histerectomía total) y de no haber tenido resultados anómalos en la prueba de Papanicolau, no es necesario realizar pruebas de detección de cáncer de cuello uterino. Sin embargo, si la histerectomía no es total (es decir, se deja el cuello uterino en su lugar), es necesario realizar pruebas de cribado. (El cuello uterino es la parte inferior y estrecha del útero que se abre hacia la vagina)

Los resultados anómalos de las pruebas de cribado del cáncer de cuello uterino requieren una evaluación adicional.

Diagnóstico cervical y procedimientos de tratamiento

Colposcopia

Para la colposcopia se utiliza un espéculo que mantiene separadas las paredes de la vagina y una lupa binocular de aumento (similar a la de los microscopios) para inspeccionar el cuello uterino con el fin de detectar signos de cáncer. A menudo se toma una muestra de tejido (biopsia) para examinarla al microscopio.

La colposcopia a menudo se hace cuando

  • Las lesiones cervicales, vaginales o vulvares requieren evaluación.

  • Los resultados de una prueba de Papanicolaou (Pap) son anómalos con o sin resultado positivo para la prueba del VPH (virus del papiloma humano).

  • Una mujer ha completado el tratamiento para el cáncer de cuello uterino.

Las mujeres suelen sentir cierta molestia cuando se introduce el espéculo, pero la colposcopia sola (sin biopsia) es indolora y, por lo tanto, no requiere anestesia. El procedimiento de la biopsia se suele describir como una sensación de calambre o de pinchazo y no requiere anestesia. Suele durar de 10 a 15 minutos. Es frecuente que se produzca un leve manchado de sangre después del procedimiento.

Legrado endocervical

El legrado endocervical consiste en insertar un instrumento pequeño y afilado con forma de pala (cureta o legra) en el conducto a través del cuello del útero (canal cervical) con el fin de obtener una muestra de tejido. La cureta se usa para raspar una pequeña cantidad de tejido de la parte superior del interior del canal cervical. Al mismo tiempo suele hacerse una biopsia del cuello uterino (extraer un pequeño trozo de tejido de la superficie del cuello uterino). Un patólogo examina con el microscopio las muestras de tejido.

El legrado endocervical se realiza cuando

  • Se sospecha cáncer de endometrio o de cuello uterino o se debe descartar dicha posibilidad.

Por lo general, se realiza durante la colposcopia y no requiere anestesia.

Procedimiento de escisión mediante asa eléctrica

En la escisión electroquirúrgica con asa se utiliza un asa de alambre fino por la cual pasa una corriente eléctrica para extirpar una porción de tejido. Normalmente esta porción de tejido es mayor que la que se obtiene con una biopsia de cuello uterino.

Este procedimiento se realiza tras obtener un resultado anómalo de la prueba de Papanicolau

  • Para evaluar la anormalidad con más precisión

  • Para extirpar el tejido anormal (y, por lo tanto, tratar el cáncer de cuello uterino en fase inicial)

La escisión electroquirúrgica con asa requiere anestesia (a menudo local), dura unos 5 a 10 minutos y puede realizarse en la consulta. Después puede sentirse un malestar leve a moderado y tener una pequeña cantidad de sangrado. Tomar un AINE, como ibuprofeno, 20 minutos antes del procedimiento, alivia las molestias.

Biopsias ginecológicas

Una biopsia consiste en extraer una muestra de tejido para su examen al microscopio. Se pueden tomar biopsias de vulva, vagina, cuello uterino y revestimiento del útero.

Cuello uterino y vagina

Se realiza una biopsia del cuello uterino cuando

  • El resultado de una prueba de Papanicolaou mostró una enfermedad que podría derivar en cáncer (enfermedad precancerosa) o se sospecha cáncer.

  • Un médico ve una anomalía durante la exploración pélvica.

La biopsia del cuello uterino o de la vagina suele realizarse generalmente durante una colposcopia Durante la colposcopia, los médicos pueden identificar el área que se ve más anormal y tomar muestras de tejido.

Por lo general, la biopsia de cuello uterino o de vagina no requiere anestesia (medicamentos para adormecer a la persona), aunque este procedimiento suele producir una sensación similar a un pinchazo o un calambre. Tomar un antiinflamatorio no esteroideo (AINE), como ibuprofeno, 20 minutos antes del procedimiento, puede aliviar las molestias.

Vulva

Se realiza una biopsia de vulva (área circundante a la abertura de la vagina) cuando

  • Un diagnóstico no puede basarse en los síntomas de las mujeres y en los resultados de la exploración física.

  • Se sospecha un cáncer de vulva.

La biopsia de vulva suele realizarse en la consulta del médico y requiere anestesia local. Si se sospecha la presencia de un cáncer o de un precáncer causado por el VPH (virus del papiloma humano), a veces se utiliza un colposcopio para visualizar el área anormal y guiar la biopsia.

Útero

Se suele realizar una biopsia del revestimiento interno del útero (biopsia endometrial) para

También utilizan este procedimiento los especialistas en infertilidad para determinar si la ovulación se produce normalmente o si el útero está preparado para la implantación de los embriones como parte de la fecundación in vitro.

En una biopsia endometrial (aspiración endometrial) se utiliza un espéculo para mantener abiertas las paredes de la vagina y, después de limpiar el cuello uterino con una solución antiséptica, se introduce un fino tubo de plástico (3 mm de diámetro) en el útero. con el cual se aspira tejido del revestimiento uterino.

La biopsia endometrial puede realizarse en la consulta médica, y por lo general no necesita anestesia. Normalmente se nota una sensación similar a un cólico menstrual intenso. Tomar un AINE, como ibuprofeno, 20 minutos antes del procedimiento, alivia las molestias.

Estudios de diagnóstico por la imagen ginecológicos

Ecografía

La ecografía utiliza ondas de ultrasonido, producidas en una frecuencia demasiado alta para ser oídas. Los ultrasonidos son emitidos por un dispositivo manual que se coloca sobre el abdomen (ecografía abdominal) o en el interior de la vagina (ecografía transvaginal). Las ondas se reflejan en las estructuras internas, y el patrón de esta reflexión se observa en un monitor.

La ecografía transvaginal se utiliza principalmente para detectar lo siguiente:

  • Un embarazo ectópico

  • Tumores, quistes y otras anormalidades en los órganos reproductores internos (ovarios, trompas de Falopio, útero y vagina)

La ecografía transvaginal también se puede utilizar para guiar al médico durante ciertos procedimientos (dilatación y legrado, colocación de un dispositivo intrauterino).

La ecografía transabdominal y transvaginal se puede realizar durante el embarazo por las siguientes razones:

  • Para evaluar el estado, el tamaño, el crecimiento y la anatomía del feto

  • Para evaluar la ubicación, el estado y el flujo sanguíneo de la placenta

  • Para guiar la posición de los instrumentos durante una amniocentesis o una biopsia de vellosidades coriónicas.

La ecografía es indolora y no tiene riesgos conocidos ya sea para la madre o para el feto.

Resonancia magnética nuclear (RMN) o tomografía computarizada (TC)

Si la evaluación con ecografía no es suficiente, se puede emplear la RMN (resonancia magnética nuclear) (que es muy eficaz para detectar anomalías pélvicas pero es cara). La TC (tomografía computerizada) suele ser menos deseable porque es algo menos precisa para los trastornos ginecológicos, implica una exposición a la radiación significativa y a menudo requiere la inyección de un agente de contraste. La tomografía computarizada (TC) se utiliza principalmente para la evaluación de los cánceres ginecológicos que pueden haberse diseminado.

Ecografía con solución salina

Para realizar una ecografía con solución salina (sonohisterografía), se inyecta líquido en el útero a través de una sonda fina (catéter) que se introduce por la vagina y después en el cuello uterino. A continuación, se lleva a cabo esta técnica. El líquido llena y separa (distiende) el útero de tal modo que las anomalías dentro de este, como pólipos o fibromas, pueden detectarse con más facilidad.

Este procedimiento se realiza en la consulta y puede requerir anestesia local. Tomar un AINE, como ibuprofeno, 20 minutos antes del procedimiento, puede aliviar las molestias.

Histerosalpingografía

Para realizar una histerosalpingografía se toman radiografías después de inyectar a través del cuello uterino un contraste radiopaco (visible en las radiografías) con el fin de delinear el interior del útero y de las trompas de Falopio.

La histerosalpingografía se acostumbra a utilizar para lo siguiente:

  • Ayudar a determinar la causa de la infertilidad

  • Para confirmar que un procedimiento de esterilización para ocluir las trompas ha sido satisfactorio.

Se realiza en un lugar acondicionado para la realización de radiografías, como un hospital o la sala de radiología de un consultorio.

La histerosalpingografía generalmente causa algunas molestias, como sensación de calambre. Tomar un AINE, como ibuprofeno, 20 minutos antes del procedimiento, puede aliviar las molestias.

Procedimientos diagnósticos

A veces es necesario realizar procedimientos diagnósticos más complejos.

Dilatación y legrado

En la dilatación y legrado (D y L) se suele emplear sedación consciente o bien anestesia general. (Con sedación consciente, la mujer puede responder a las instrucciones, pero no siente dolor.) A continuación, se utiliza un espéculo para extender las paredes de la vagina, y el cuello uterino se ensancha (se dilata) con varillas delgadas de tamaño creciente. A veces se utiliza un medicamento para ayudar a dilatar el cuello uterino. A continuación, se puede insertar un instrumento pequeño, afilado y en forma de pala (cureta) para extraer el tejido del revestimiento del útero. Cuando se tiene que extirpar tejido a causa de un aborto espontáneo u otro problema relacionado con el embarazo, algunas veces se utiliza un tubo de plástico conectado a una máquina de succión (cureta de succión) u otros instrumentos.

D y L

Después de colocar el espéculo en su lugar, se utilizan unas varillas de metal curvadas en forma de huso (dilatadores, no se muestran) para abrir el cuello uterino de manera que pueda insertarse la cureta en el útero. Este instrumento se utiliza para extraer tejido del revestimiento del útero.

El procedimiento D y L (dilatación y legrado) se puede utilizar para tratar a las mujeres que presentan sangrado uterino anormal o un aborto espontáneo incompleto (parcial) u otros productos de la concepción retenidos después de un embarazo. A menudo se realiza durante el mismo procedimiento que la histeroscopia para que el médico pueda visualizar el interior de la cavidad uterina.

El procedimiento D y L (dilatación y legrado) a menudo se practica en el quirófano de un hospital. Sin embargo, la mayoría de las mujeres no tienen que pernoctar en el hospital.

Histeroscopia

Para visualizar el interior del útero puede insertarse un tubo fino de visualización (histeroscopio) en el útero a través de la vagina y del cuello uterino. El tubo tiene un diámetro de 4 o 5 mm y contiene unos cables que transmiten la luz. A través del tubo se introducen instrumentos de biopsia, electrocauterio (calor) o cirugía. Por lo general puede verse el lugar de un sangrado anómalo u otras anomalías, y tomar una biopsia de estas zonas, que luego se cauterizan mediante calor o se extirpan.

La histeroscopia se puede utilizar para la evaluación o el tratamiento del conducto a través del cuello uterino (llamado endocérvix o canal cervical) o la cavidad uterina para hacer lo siguiente:

  • Diagnosticar anomalías en el interior del útero, como pólipos, miomas, hiperplasia endometrial (crecimiento excesivo del revestimiento del útero), cáncer uterino, tejido cicatricial u otras anomalías.

  • Para tratar anomalías dentro de la cavidad uterina, como la extirpación de un pólipo, un mioma, un dispositivo intrauterino fuera de lugar u otra anomalía o ablación endometrial (un procedimiento para tratar el sangrado uterino abundante mediante la aplicación de calor u otros tipos de energía para adelgazar el revestimiento del útero).

La histeroscopia para el diagnóstico (y algunos tipos de tratamiento) se realiza algunas veces en el consultorio del médico. Con mayor frecuencia, se realiza en un hospital con anestesia general.

Laparoscopia

Se utiliza un tubo de visualización, denominado laparoscopio, para examinar directamente el útero, las trompas de Falopio o los ovarios. El laparoscopio está unido a un cable fino que contiene fibras flexibles de plástico o de vidrio que transmiten la luz.

Se introduce en la cavidad abdominal a través de una pequeña incisión realizada justo debajo del ombligo. También se inserta por la vagina una sonda en el útero, que permite manipular los órganos para una mejor visualización. A través del laparoscopio se introduce dióxido de carbono para distender el abdomen, de manera que los órganos abdominales y pélvicos puedan verse claramente.

La laparoscopia se emplea a menudo:

  • Para determinar la causa del dolor pélvico, de la infertilidad y de otros trastornos ginecológicos

  • Para realizar procedimientos quirúrgicos, como biopsias, esterilización tubárica, extirpación de un quiste ovárico, extirpación de los ovarios y las trompas de Falopio, extirpación de un embarazo ectópico en una trompa de Falopio, histerectomía o cirugía de prolapso de órganos pélvicos.

La laparoscopia permite detectar anomalías estructurales demasiado pequeñas para ser detectadas mediante técnicas de diagnóstico por la imagen, así como anormalidades en la superficie de los órganos, como endometriosis (tejido endometrial fuera del útero), inflamación y cicatrización.

Si se requieren procedimientos quirúrgicos más extensos, como la extirpación de un quiste ovárico o del útero (histerectomía), pueden ser necesarias incisiones adicionales.

La laparoscopia se realiza en un hospital y requiere anestesia, casi siempre general. Habitualmente no es necesario pernoctar en el hospital. Esta técnica puede causar dolor abdominal, pero las actividades normales pueden reanudarse generalmente en 3 a 5 días, dependiendo del alcance del procedimiento realizado a través del laparoscopio.

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