Anomalías del esperma

PorRobert W. Rebar, MD, Western Michigan University Homer Stryker M.D. School of Medicine
Revisado/Modificado feb 2024
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Los hombres pueden tener infertilidad si su número de espermatozoides es demasiado bajo, si se mueven demasiado lentamente, si son estructuralmente anormales o si el paso del esperma fuera del cuerpo está bloqueado o interrumpido.

  • Un aumento de la temperatura en los testículos, algunos trastornos, lesiones, y algunos fármacos y toxinas pueden producir problemas en el esperma (también llamado semen).

  • El esperma se analiza y a veces se practican pruebas genéticas.

  • El clomifeno, un medicamento para la fertilidad, puede aumentar el número de espermatozoides, pero pueden necesitarse técnicas de reproducción asistida.

(Véase también Introducción a la esterilidad.)

Para ser fértil, el hombre debe tener una cantidad adecuada de esperma normal y este debe ser capaz de fecundar el óvulo. Las enfermedades que afectan a este proceso pueden hacer que un hombre sea menos fértil.

Causas de los problemas de los espermatozoides

Las situaciones que aumentan la temperatura de los testículos (donde se producen los espermatozoides) pueden reducir considerablemente la cantidad de espermatozoides y su movilidad e incrementar la cantidad de espermatozoides anormales. Algunos trastornos de los testículos, como el descenso incompleto de los testículos (criptorquidia) o venas varicosas (varicocele) aumentan la temperatura en estos órganos. Los efectos del calor excesivo o prolongado pueden durar hasta 3 meses.

Tabla
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Determinados trastornos hormonales o genéticos pueden afectar la producción de espermatozoides, así como otros trastornos.

La exposición a tóxicos industriales o medioambientales y el uso de ciertos fármacos puede reducir la producción de espermatozoides. El consumo de esteroides anabolizantes, como testosterona y otras hormonas masculinas (andrógenos) sintéticas, reduce la producción de hormonas hipofisarias que estimulan la producción de espermatozoides; por tanto, se puede reducir la producción de esperma. También pueden hacer que los testículos se retraigan.

La disfunción eréctil (la incapacidad de conseguir o mantener una erección satisfactoria para el coito) causa infertilidad masculina. Puede ser consecuencia de un trastorno, como un trastorno de los vasos sanguíneos, diabetes, esclerosis múltiple, trastornos cerebrales o neurológicos (como enfermedad de Alzheimer, enfermedad de Parkinson, accidente cerebrovascular, ciertos trastornos convulsivos y daño neurológico debido a la cirugía de próstata), el consumo de ciertos fármacos (como algunos antidepresivos y betabloqueantes), el consumo de drogas recreativas (como la cocaína, la heroína y las anfetaminas) o problemas psicológicos (como la ansiedad de desempeño o la depresión). La disfunción eréctil puede ser la primera pista de que un hombre sufre un trastorno de los vasos sanguíneos como la ateroesclerosis.

¿Sabías que...?

  • El uso de esteroides anabolizantes puede disminuir la producción de espermatozoides y encoger los testículos.

Algunos trastornos tienen como consecuencia la ausencia total de espermatozoides (azoospermia) en el semen. Entre estos factores se incluyen los siguientes

  • Trastornos graves de los testículos

  • Trastornos de otras partes del sistema reproductor masculino: obstrucción o ausencia de vasos deferentes, ausencia de vesículas seminales o bloqueo de ambos conductos eyaculadores

La misma anomalía genética que produce la fibrosis quística puede causar azoospermia, a menudo al impedir la formación de los vasos deferentes.

La azoospermia también puede aparecer si el semen, que contiene los espermatozoides, se desplaza en dirección contraria (hacia el interior de la vejiga, en vez de hacia el pene). Este trastorno se conoce como eyaculación retrógrada.

Localización de los órganos reproductores masculinos

Diagnóstico de los problemas de los espermatozoides

  • Evaluación médica

  • Un análisis del semen

  • En algunas ocasiones, pruebas para detectar anomalías hormonales o genéticas

Cuando una pareja tiene infertilidad, se evalúa al miembro masculino para detectar trastornos del esperma. Los médicos preguntan sobre su historia clínica y realizan una exploración física para tratar de identificar la causa. Preguntan por trastornos anteriores e intervenciones quirúrgicas, uso de fármacos o drogas y posible exposición a toxinas. Buscan anomalías físicas, como testículos que no han descendido, y signos de trastornos hormonales o genéticos que puedan causar esterilidad. Pueden medirse los niveles de hormonas (incluida la testosterona) en sangre.

Análisis del semen

A menudo es necesario realizar un análisis del semen, el procedimiento principal de detección de esterilidad masculina. Para llevar a cabo este proceso, el paciente no debe eyacular durante 2 o 3 días antes del análisis. El motivo es asegurarse de que el semen contiene tantos espermatozoides como sea posible. (Sin embargo, los estudios sugieren que la eyaculación diaria no reduce el número de espermatozoides en los hombres a menos que haya un problema en dicha producción). Se le pide al hombre que eyacule, por lo general mediante una masturbación, dentro de un recipiente estéril, preferiblemente en el laboratorio. Cuando es difícil obtener una muestra de semen con este procedimiento, pueden usarse preservativos especiales, que no contengan lubricantes ni sustancias tóxicas para los espermatozoides, con el fin de recoger el semen durante el coito.

Debido a que el número de espermatozoides varía, la prueba requiere al menos 2 muestras obtenidas con 1 semana de diferencia como mínimo. Cuando se analizan varias muestras, los resultados son más precisos que cuando solo se analiza una.

Se mide entonces el volumen de la muestra de semen se determina si su color, consistencia, densidad y composición química son normales; y se hace un recuento de espermatozoides. Un número bajo puede indicar que la fertilidad es reducida, pero no siempre. También se examinan los espermatozoides al microscopio para determinar si son anormales su forma, tamaño, movimiento o cantidad.

Si el resultado sigue siendo anormal, el médico tratará de identificar la causa. Si hay muy pocos o ningunos espermatozoides, los médicos miden las concentraciones de determinadas hormonas, como la testosterona y la hormona estimulante del folículo (que estimula la producción de espermatozoides en los hombres) y hacen pruebas genéticas. Además, se puede examinar la orina en busca de espermatozoides tras la eyaculación para determinar si existe una eyaculación retrógrada.

Biopsia

A veces se realiza una biopsia de los testículos para ayudar a identificar la causa de la infertilidad.

Otros estudios

Para evaluar la función y la calidad espermáticas pueden realizarse otras pruebas en las que se emplea una muestra de sangre o de semen, si las que se han practicado en ambos miembros de la pareja no explican la esterilidad. Estas pruebas pueden detectar anticuerpos contra los espermatozoides; determinar si las membranas de los espermatozoides están intactas; o evaluar la capacidad de los espermatozoides para unirse a un óvulo y fecundarlo. Sin embargo no está claro el grado de utilidad o efectividad de estos tratamientos.

Las pruebas hormonales se indican si los resultados del análisis de semen son anormales, especialmente si el recuento de espermatozoides es muy bajo. Se miden las concentraciones de hormona foliculoestimulante (que estimula la producción de esperma en los testículos) y de testosterona. Si la concentración de testosterona es baja, se mide la concentración de hormona luteinizante (que estimula la producción de testosterona en los testículos) y de prolactina (que estimula la producción de leche en hombres y mujeres). Una concentración elevada de prolactina sugiere que la causa de la infertilidad puede ser un tumor hipofisario o el consumo de ciertos fármacos. Si no hay una explicación para las concentraciones elevadas de hormona foliculoestimulante, se pueden realizar pruebas genéticas.

Las pruebas genéticas se indican si los médicos determinan que hay muy pocos espermatozoides o ninguno. Para las pruebas genéticas se puede utilizar casi cualquier tejido, incluida la sangre. Las pruebas incluyen el análisis cromosómico (llamado cariotipo). La reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus iniciales en inglés) puede utilizarse para producir muchas copias de un gen o segmentos de un gen, lo que facilita enormemente su estudio. Los médicos buscan el gen que causa la fibrosis quística. Antes de que un hombre con esta mutación genética y su pareja intenten concebir, la pareja también debe someterse a pruebas para detectar el gen.

Tratamiento de los problemas de los espermatozoides

  • Tratamiento de la causa

  • Clomifeno (un medicamento para la fertilidad)

  • Si el clomifeno resulta ineficaz, utilización de técnicas de reproducción asistida

Si es posible, se trata el trastorno que causa el problema. Por ejemplo, los varicoceles pueden tratarse con cirugía. Como resultado puede mejorar la fertilidad, aunque este efecto no se ha demostrado.

Si se detecta una infección, se utilizan los antibióticos adecuados.

Clomifeno

El clomifeno, un fármaco que estimula la ovulación en la mujer, puede utilizarse para tratar de incrementar el número de espermatozoides en el varón. Sin embargo, no está claro si este fármaco mejora la capacidad del esperma para moverse o reduce el número de espermatozoides anormales. No se ha demostrado que incremente la fertilidad.

Tecnologías de reproducción asistida y otros procedimientos

Si el recuento de espermatozoides es bajo o si el clomifeno es ineficaz, el tratamiento más eficaz suele ser la fertilización in vitro, a menudo mediante una inyección intracitoplasmática de espermatozoides (la inyección de un espermatozoide en un óvulo), que es una técnica de reproducción asistida.

Otra alternativa es la inseminación intrauterina (colocando el semen directamente en el útero) usando solo los espermatozoides más activos. Se seleccionan los espermatozoides más activos mediante el lavado de una muestra de semen. Los médicos intentan introducir estos espermatozoides en el útero cuando se produce la ovulación. Con este procedimiento, el embarazo, si es que sucede, habitualmente se produce en el sexto intento. La inseminación intrauterina es mucho menos efectiva que la fertilización in vitro, pero es mucho menos invasiva y menos costosa económicamente.

A veces los médicos pueden identificar y recuperar un poco de esperma para la inyección intracitoplasmática de espermatozoides mediante una biopsia y el examen de la muestra con un microscopio para encontrar el esperma. Si no se detectan espermatozoides, puede considerarse la posibilidad de inseminar a la mujer con esperma de otro hombre (donante). Debido al peligro de contraer infecciones de transmisión sexual (ETS), incluidas las infecciones por VIH y la hepatitis C, en Estados Unidos ya no se utilizan muestras de donantes de semen frescas. El riesgo de enfermedades de transmisión se minimiza congelando esperma de donantes durante 6 o más meses. A continuación, vuelve a examinarse a los donantes en busca de infecciones. Si los resultados siguen siendo negativos, la muestra se descongela y se utiliza. La recolección de semen se pospone durante 3 meses si los donantes han sido infectados con el virus Zika o si los donantes han vivido o viajado a un área donde existe la transmisión de este virus.

La mujer que tiene como pareja un hombre con problemas de fertilidad puede tratarse con gonadotropinas humanas, para estimular la maduración y liberación de varios óvulos mientras se intenta la fertilización in vitro o la inseminación intrauterina. Este enfoque puede hacer más probable el embarazo.

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