Miocarditis

PorBrian D. Hoit, MD, Case Western Reserve University School of Medicine
Revisado/Modificado may 2024
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La miocarditis es la inflamación del tejido muscular del corazón (miocardio) que causa la muerte del tejido.

  • La miocarditis puede tener su origen en muchos trastornos, como infecciones, toxinas y fármacos que afectan el corazón, y trastornos sistémicos (de todo el cuerpo) como la sarcoidosis, pero a menudo la causa es desconocida.

  • Los síntomas pueden ser variados y pueden consistir en cansancio, dificultad respiratoria, hinchazón (edema), conciencia de los latidos cardíacos (palpitaciones) y muerte súbita.

  • El diagnóstico se basa en electrocardiografía (ECG), medición de biomarcadores cardíacos, imágenes del corazón y biopsia del músculo cardíaco.

  • El tratamiento depende de la causa y consiste en fármacos para tratar la insuficiencia cardíaca y las arritmias y, en muy pocos casos, en cirugía.

La inflamación puede diseminarse por todo el músculo cardíaco o confinarse a una o algunas áreas. Si la inflamación se extiende al pericardio (el saco flexible con dos capas que envuelve el corazón), se produce miopericarditis. El tipo de síntomas viene determinado por el grado de afectación miocárdica y la extensión en el pericardio. La inflamación que se propaga a través del corazón puede provocar insuficiencia cardíaca, ritmos anormales del corazón (arritmias) y, en ocasiones, muerte cardíaca súbita. Una inflamación menos generalizada es menos probable que cause insuficiencia cardíaca, pero todavía puede causar ritmos anormales del corazón (arritmias) y muerte cardíaca súbita. La afectación del pericardio conduce a dolor torácico y a otros síntomas característicos de pericarditis. En ocasiones, una persona infectada puede no presentar síntomas.

Causas de la miocarditis

La miocarditis puede ser el resultado de causas infecciosas o no infecciosas. En muchos casos no se puede identificar su origen (idiopática).

En Estados Unidos y en la mayoría de los países desarrollados, la miocarditis infecciosa tiene su origen principalmente en una infección vírica. (Otras infecciones son más frecuentes en las zonas con menos recursos). Las causas víricas más habituales en Estados Unidos son el parvovirus B19 y el virus del herpes humano 6. SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19, causa algunas veces miocarditis. En las áreas de bajos recursos, la miocarditis infecciosa suele estar causada por fiebre reumática, enfermedad de Chagas o infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

Las causas no infecciosas incluyen sustancias que son tóxicas para el corazón (como el alcohol y la cocaína), ciertos medicamentos y algunos trastornos autoinmunitarios e inflamatorios. Después de una vacunación contra el COVID-19 basada en ARNm también puede aparecer miocarditis, si bien es muy poco frecuente. Ocurre principalmente en adolescentes y adultos jóvenes varones, por lo general dentro de la semana posterior a la vacunación. La miocarditis causada por fármacos o sustancias se denomina miocarditis por hipersensibilidad.

Tabla
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Miocarditis de células gigantes

La miocarditis de células gigantes es una forma muy poco frecuente y grave de miocarditis que tiene un inicio rápido. La causa no está clara, pero puede ser de origen autoinmunitario. Para establecer el diagnóstico se realiza una biopsia.

En personas con miocarditis de células gigantes, el corazón de repente es incapaz de bombear suficiente sangre para sostener las funciones del organismo (llamado shock cardiogénico). La persona afectada también suele presentar ritmos cardíacos anormales (arritmias) que son difíciles de corregir.

La miocarditis de células gigantes tiene un mal pronóstico, pero el tratamiento con inmunodepresores puede ayudar a mejorar la supervivencia.

Síntomas de la miocarditis

Los afectados pueden presentar sólo unos pocos síntomas o sufrir una insuficiencia cardíaca grave y rápidamente progresiva, así como anomalías graves del ritmo cardíaco (arritmias). Los síntomas dependen de la causa de la miocarditis, así como la extensión y la gravedad de la inflamación.

Los síntomas de la insuficiencia cardíaca pueden consistir en cansancio, dificultad respiratoria e hinchazón (edema).

Algunas personas pueden presentar conciencia de los latidos cardíacos (palpitaciones) o desmayo. En algunos casos, el primer síntoma es la aparición repentina de un ritmo cardíaco anormal grave.

Cuando la inflamación del pericardio se presenta junto con miocarditis, los afectados pueden sufrir dolor torácico. El dolor opaco o punzante puede extenderse al cuello, la espalda o los hombros. El dolor puede ser entre leve e intenso. El dolor torácico debido a la pericarditis empeora generalmente con los movimientos del tórax, como toser, respirar o tragar alimentos. Se puede aliviar el dolor al sentarse e inclinarse hacia adelante.

Las personas con miocarditis infecciosa pueden presentar síntomas de la infección, como fiebre y dolores musculares, antes de desarrollar miocarditis. La miocarditis relacionada con fármacos o miocarditis por hipersensibilidad puede ir acompañada de una erupción cutánea. Algunas personas pueden presentar ganglios linfáticos inflamados.

La miocarditis puede ser aguda, subaguda o crónica. En algunos casos, la miocarditis puede dar lugar a miocardiopatía dilatada.

Diagnóstico de la miocarditis

  • Electrocardiografía (ECG) y medición de marcadores cardíacos

  • Imágenes cardiacas

  • A veces, biopsia endomiocárdica

  • Pruebas para identificar la causa

Los médicos sospechan miocarditis cuando una persona sana sin factores de riesgo de enfermedad cardíaca presenta síntomas de insuficiencia cardíaca o ritmos cardíacos anormales (arritmias).

La ECG se realiza para buscar indicios de un problema cardíaco.

Los médicos miden los niveles sanguíneos de biomarcadores cardíacos (sustancias que están presentes cuando el corazón está dañado).

En las personas con miocarditis, la ecocardiografía puede mostrar anomalías.

En presencia de miocarditis, las Imágenes obtenidas con resonancia magnética cardíaca pueden mostrar un patrón característico de anomalías.

Para confirmar la miocarditis se puede practicar una biopsia endomiocárdica, en la que el médico extrae una muestra de tejido de la pared interna del corazón para examinarla al microscopio. Sin embargo, como el diagnóstico depende de que el médico obtenga una muestra de tejido de un área con enfermedad manifiesta, la biopsia endomiocárdica puede no ser la mejor prueba para diagnosticar la miocarditis. Por lo tanto, si la biopsia endomiocárdica muestra evidencia de miocarditis, el trastorno se confirma, pero el hecho de que una muestra de tejido no presente signos de miocarditis no significa que los médicos puedan descartar este diagnóstico. Además, debido a que la biopsia endomiocárdica conlleva riesgos de complicaciones graves, como un desgarro en la pared del corazón y la muerte, no se hace rutinariamente a menos que los médicos sospechen miocarditis de células gigantes (porque el tratamiento rápido de la miocarditis de células gigantes puede salvar vidas) o si la miocarditis causa insuficiencia cardíaca grave o anormalidades del ritmo cardíaco (arritmias).

Diagnóstico de la causa

Una vez se diagnostica miocarditis, se realizan pruebas para determinar la causa. En un adulto joven previamente sano que sufre una infección vírica y miocarditis, generalmente no es necesaria una valoración extensiva.

Un hemograma completo es útil para buscar ciertos tipos de glóbulos blancos (eosinófilos), que están presentes en gran número en personas con miocarditis por hipersensibilidad por lo general debido a una alergia a medicamentos.

La cateterización cardíaca puede ser útil para descartar una disminución del flujo sanguíneo al corazón porque la miocarditis se puede confundir con un infarto de miocardio.

En otros casos puede ser necesaria una biopsia del tejido cardíaco para establecer un diagnóstico.

Pueden ser necesarias otras pruebas, como tests para detectar la presencia de trastornos autoinmunitarios, infección por virus de inmunodeficiencia humana, histoplasmosis y otras infecciones.

Tratamiento de la miocarditis

  • Tratamiento de la insuficiencia cardíaca y de las anomalías del ritmo cardíaco

  • Tratamiento del trastorno subyacente

El tratamiento de la insuficiencia cardíaca incluye diuréticos y nitratos para aliviar los síntomas. En algunos casos de insuficiencia cardíaca puede ser necesario un procedimiento quirúrgico como la implantación de un dispositivo de asistencia ventricular izquierda (DAVI) o un trasplante de corazón. Es necesario un tratamiento farmacológico de larga duración para la insuficiencia cardíaca.

Los ritmos cardíacos anómalos (arritmias) se tratan con tratamiento antiarrítmico. Si la arritmia persiste a veces es necesaria la implantación de un marcapasos.

Si la miocarditis tiene su origen en una infección, en ocasiones se pueden administrar antibióticos o fármacos para tratar otros tipos de infecciones.

Cuando un fármaco o una toxina causa miocarditis, se suspende el uso de la sustancia causante y se administran corticoesteroides.

La miocarditis de células gigantes se trata con corticoesteroides y tratamiento inmunodepresor.

La miocarditis causada por sarcoidosis se trata con corticoesteroides.

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