Bronquiectasia

PorTrevor Steinbach, MD, University of Colorado
Revisado/Modificado jul 2023
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Una bronquiectasia es un ensanchamiento (dilatación) irreversible de partes de los conductos respiratorios (bronquios) como consecuencia de una lesión de la pared de las vías respiratorias.

  • Las causas más frecuente son las infecciones respiratorias graves o recurrentes, a menudo en personas que sufren un problema subyacente relacionado con sus pulmones o su sistema inmunitario.

  • La mayoría de las personas presentan una tos crónica que a menudo da lugar a la producción de moco y algunas también expectoran sangre al toser y presentan dolor torácico y episodios recurrentes de neumonía.

  • Para determinar la extensión y la gravedad del trastorno, habitualmente se realizan radiografías de tórax, tomografías computarizadas y pruebas de respiración.

  • Se suelen administrar fármacos inhalados, antibióticos y otras medidas para suprimir y eliminar el acúmulo de moco.

La bronquiectasia puede ser consecuencia de enfermedades que

  • Lesionan directamente la pared bronquial

  • Conducen de manera indirecta a la lesión afectando a las defensas normales de la vía respiratoria

Entre dichas defensas se encuentran la capa mucosa y unas diminutas proyecciones en las células (cilios) que recubren las vías respiratorias. Los cilios baten hacia atrás y adelante, moviendo la delgada capa líquida de moco que normalmente cubre las vías respiratorias. Las partículas nocivas y las bacterias atrapadas en esta capa de moco son desplazadas hasta la garganta y expectoradas con la tos, o tragadas.

Tanto si la lesión de la vía respiratoria es directa como si es indirecta, algunas zonas de la pared bronquial resultan dañadas y se inflaman de forma crónica. La pared bronquial inflamada pierde elasticidad, lo que provoca que las vías respiratorias afectadas se dilaten y desarrollen pequeñas invaginaciones o sacos que se asemejan a globos diminutos. La inflamación, además, incrementa las secreciones (mucosidad). Debido a que las células ciliadas están dañadas o destruidas, dichas secreciones se acumulan en las vías respiratorias dilatadas y sirven como caldo de cultivo para las bacterias. Estas dañan aún más la pared bronquial, lo que lleva a un círculo vicioso de infección y daño de la vía respiratoria.

Qué es la bronquiectasia

En la bronquiectasia aumenta la producción de moco, las células ciliadas están destruidas o dañadas y algunas zonas de la pared bronquial permanecen en una inflamación crónica y agrandada.

La bronquiectasia puede afectar a muchas zonas del pulmón (bronquiectasia difusa) o aparecer solo en una o dos zonas (bronquiectasia focal). Típicamente, las bronquiectasias causan dilatación de las vías respiratorias de calibre mediano, pero con frecuencia las vías respiratorias de calibre más pequeño quedan fibrosadas y destruidas.

Complicaciones

La inflamación puede extenderse a los pequeños sacos de aire de los pulmones (alvéolos) y causar neumonía, formación de tejido cicatricial y pérdida de tejido pulmonar sano (véase también Introducción al aparato respiratorio). La importante cicatrización y la pérdida de tejido pulmonar pueden finalmente sobrecargar el lado derecho del corazón cuando este intenta bombear la sangre a través del tejido pulmonar alterado. La sobrecarga del lado derecho del corazón puede evolucionar hacia una forma de insuficiencia cardíaca denominada cor pulmonale (corazón pulmonar).

Los casos muy graves (avanzados) de bronquiectasia ocurren con mayor frecuencia en personas con fibrosis quística avanzada y, en áreas donde las personas viven en condiciones de hacinamiento y/o no tienen acceso a la atención médica, en personas que sufren tuberculosis. La bronquiectasis muy grave puede dificultar la respiración lo suficiente como para causar niveles anormalmente bajos de oxígeno y/o niveles altos de dióxido de carbono en la sangre, una condición llamada insuficiencia respiratoria crónica.

Causas de las bronquiectasias

Las causas más frecuentes de bronquiectasis son las infecciones respiratorias graves o recurrentes, cuya aparición es especialmente probable en personas con una o más de una las condiciones siguientes:

  • Fibrosis quística

  • Otros trastornos hereditarios, como la discinesia ciliar primaria, en la cual está afectada la capacidad de despejar la vía respiratoria

  • Trastornos debidos a inmunodeficiencia

  • Ciertos trastornos autoinmunitarios, como la artritis reumatoide, la colitis ulcerosa o el síndrome de Sjögren

  • Factores mecánicos, como el bloqueo de las vías respiratorias causada por un objeto inhalado, ganglios linfáticos aumentados de tamaño de forma crónica, cambios después de una cirugía de pulmón, o tumor pulmonar

  • Inhalación de sustancias tóxicas que lesionan las vías respiratorias, como vapores nocivos, gases, humo (incluyendo el humo del tabaco) y polvo tóxico (por ejemplo, polvo de sílice y carbón)

La aspergilosis broncopulmonar alérgica, que afecta las vías respiratorias más grandes, puede causar tapones de moco que bloquean las vías respiratorias y conducen a bronquiectasias. Es una reacción alérgica al hongo Aspergillus y se produce con mayor frecuencia en personas que padecen asma o fibrosis quística.

En los lugares donde la tuberculosis es frecuente, suele ser la causa de infecciones graves o repetidas que causan bronquiectasia. La mala nutrición y la falta de disponibilidad de vacunas para prevenir diversas infecciones respiratorias también pueden contribuir.

En muchas bronquiectasias no se puede determinar la causa a pesar de una evaluación exhaustiva.

Síntomas de las bronquiectasias

Las bronquiectasias pueden producirse a cualquier edad. Suelen hacerlo de forma gradual, después de una infección de las vías respiratorias, y tienden a empeorar con el paso de los años. La mayoría de las personas desarrollan una tos crónica que produce esputo denso. La cantidad y el tipo de esputo dependen de la extensión de la enfermedad y de la presencia o no de una infección que la complique (a menudo denominada brote o exacerbación de la enfermedad). Con frecuencia las personas tienen accesos de tos solo por la mañana y por la tarde.

La tos con expectoración de sangre (hemoptisis) es frecuente debido a que las paredes de las vías respiratorias dañadas son frágiles y tienen un mayor número de vasos sanguíneos. La hemoptisis puede ser el primer o el único síntoma.

También pueden presentarse fiebre recurrente o dolor torácico, acompañado o no de episodios frecuentes de neumonía. Los individuos que padecen bronquiectasias extensas pueden tener además sibilancias o ahogo. Las personas cuya bronquiectasia evoluciona hacia un cor pulmonale o insuficiencia respiratoria crónica también tienen fatiga, letargo y empeoramiento del ahogo (disnea), sobre todo durante el ejercicio. Si la bronquiectasia es grave y crónica, se suele perder peso.

Los afectados pueden sufrir brotes (exacerbaciones) de la enfermedad, a veces con neumonía. Las exacerbaciones pueden ser consecuencia de una infección nueva o de una que empeora. Cuando se produce una exacerbación, los afectados pueden presentar tos más intensa, mayor producción de esputo o empeoramiento de las dificultades respiratorias.

Algunas causas de bronquiectasia

  1. Infecciones respiratorias

  2. Bloqueo bronquial

  3. Lesiones por inhalación

    • Lesiones por vapores nocivos, gases o partículas

    • Inhalación de ácido estomacal y partículas de alimentos (por ejemplo, como consecuencia de una enfermedad por reflujo gastroesofágico grave o un trastorno de deglución)

  4. Trastornos hereditarios

  5. alteraciones del sistema inmunitario

  6. Otros trastornos

Diagnóstico de ls bronquiectasias

  • Radiografía de tórax

  • Tomografía computarizada

  • Pruebas de función pulmonar

  • Pruebas específicas para las causas que se sospechan

Se sospecha bronquiectasia por los síntomas del paciente o la presencia (actual o en el pasado) de una circunstancia que pueda ser causa de bronquiectasia.

Se realizan pruebas para

  • Confirmar el diagnóstico

  • Evaluar el alcance de la enfermedad

  • Identificar la causa de la enfermedad

Las radiografías de tórax a menudo detectan las alteraciones pulmonares causadas por las bronquiectasias. Sin embargo, a veces, los resultados radiográficos son normales. La tomografía computarizada (TC) es la prueba más precisa para identificar y confirmar el diagnóstico y determinar el verdadero alcance y la gravedad de la enfermedad.

Se realizan pruebas de funcionalidad pulmonar para evaluar el funcionamiento de los pulmones. Estas pruebas miden la capacidad del pulmón para retener aire, así como para inspirar, espirar e intercambiar oxígeno y dióxido de carbono. Las pruebas de funcionalidad pulmonar no diagnostican la bronquiectasia, pero sí ayudan a los médicos a determinar la gravedad de la enfermedad y son útiles para hacer el seguimiento de su progresión en el tiempo.

Una vez que se ha diagnosticado la bronquiectasia, se realiza una serie de pruebas para identificar los trastornos que pueden haber contribuido a ella. Entre tales pruebas se incluyen las siguientes:

Cuando la bronquiectasia se limita a un área (por ejemplo, un lóbulo o segmento del pulmón) se puede realizar una broncoscopia para determinar si la causa es un tumor pulmonar o un cuerpo extraño aspirado.

Cuando hay antecedentes familiares de infecciones respiratorias recurrentes u otros hallazgos no habituales en niños o adultos, incluso en ausencia de las demás características típicas de la fibrosis quística, puede ser necesario realizar pruebas de cloruro en el sudor y pruebas genéticas para la detección de la fibrosis quística.

Se puede tomar una muestra de esputo y enviarla a un laboratorio para su cultivo y determinar qué bacterias están presentes y qué antibióticos son más eficaces. Esta prueba puede ayudar a determinar los mejores antibióticos para usar en las recidivas.

Tratamiento de la bronquiectasia

  • Vacunación para prevenir infecciones que causan o empeoran las bronquiectasias

  • Antibióticos para el tratamiento de las infecciones que provocan o empeoran las bronquiestasias

  • Drenaje de las secreciones de las vías respiratorias con terapias que favorecen la tos (como fisioterapia torácica, ejercicio regular, otras técnicas)

  • Medicamentos inhalados que ayudan a diluir o despegar la mucosidad espesa para que pueda ser expulsada con más facilidad

  • Broncodilatadores inhalados y, algunas veces, corticoesteroides inhalados

  • A veces, antibióticos orales o inhalados para eliminar ciertas bacterias y prevenir infecciones recurrentes

  • Con muy poca frecuencia, extirpación quirúrgica de parte del pulmón

  • Oxigenoterapia, si es necesario

El tratamiento de las bronquiectasias está dirigido a la reducción de la frecuencia de las infecciones siempre que sea posible, la prevención de ciertas infecciones con vacunas y a veces antibióticos, la disminución del acúmulo de moco, la disminución de la inflamación y la desobstrucción de las vías respiratorias. El tratamiento eficaz en la fase inicial de la enfermedad puede reducir complicaciones tales como la hemoptisis, el descenso de las concentraciones de oxígeno en la sangre, la insuficiencia respiratoria y el cor pulmonale. También es necesario el tratamiento de las afecciones subyacentes que causan los brotes o que contribuyen a su aparición.

Las recidivas (exacerbaciones) se tratan con antibióticos, broncodilatadores y fisioterapia torácica para promover el drenaje de las secreciones y mucosidades. La fisioterapia torácica incluye técnicas tales como el drenaje postural y la percusión torácica. Los antibióticos a veces se administran por un largo periodo de tiempo para prevenir infecciones recurrentes, sobre todo en personas que tienen recidivas frecuentes o fibrosis quística. La mayoría de las personas con fibrosis quística se benefician del tratamiento con un modulador del regulador transmembrana de la fibrosis quística (CFTR), que puede disminuir las exacerbaciones.

¿Sabías que...?

  • La bronquiectasia fue identificada por primera vez en 1819 por la misma persona que inventó el estetoscopio.

La humidificación del aire y la inhalación de una solución de agua salina en forma de aerosol pueden ayudar a tratar la inflamación y la acumulación de mucosidad. Los fármacos que diluyen el espesor del esputo (mucolíticos) también pueden administrarse a las personas con fibrosis quística. En otras personas, se desconoce la efectividad de los mucolíticos.

El bloqueo bronquial se puede detectar y tratar mediante una broncoscopia antes de que ocurra un daño grave.

El sangrado con tos importante se trata a veces con una técnica llamada embolización en lugar de tratarse con cirugía. En la embolización, los médicos utilizan un catéter para inyectar una sustancia que obstruye el vaso hemorrágico.

Las concentraciones bajas de oxígeno en la sangre se tratan con oxigenoterapia. El tratamiento apropiado con oxígeno ayuda a evitar complicaciones como el cor pulmonale. Cuando hay sibilancias o dificultad respiratoria (disnea), los broncodilatadores y a veces los corticoesteroides inhalados pueden ayudar. En caso de recidiva, por lo general se administran estos fármacos y un antibiótico, mientras que los corticoesteroides orales se añaden en algunos casos. La insuficiencia respiratoria, si se produce, debe tratarse.

En casos poco frecuentes, es necesario extirpar quirúrgicamente una parte del pulmón. Por lo general, esta clase de cirugía solo se plantea como opción si la enfermedad se limita a un pulmón o preferiblemente a un lóbulo o un segmento. También se considera la cirugía en personas que padecen infecciones recurrentes a pesar del tratamiento, o que expectoran sangre abundante.

En algunas personas, principalmente las que también sufren fibrosis quística avanzada, la bronquiectasia avanzada se puede tratar con un trasplante de pulmón. La función pulmonar (medida por el volumen de aire que entra en los pulmones y la velocidad y cantidad de aire que entra y sale de los pulmones en cada respiración) por lo general mejora a los 6 meses y se mantiene durante un periodo de al menos 5 años.

El pronóstico de las personas con bronquiectasia depende de la causa y de que las infecciones y otras complicaciones sean prevenidas o controladas correctamente. Las personas con enfermedades coincidentes, como bronquitis crónica o enfisema, y las que tienen complicaciones, como hipertensión pulmonar o cor pulmonale, tienden a tener un peor pronóstico.

Prevención de algunas causas de bronquiectasia

La identificación precoz y el tratamiento de los trastornos que tienden a causar bronquiectasia pueden evitar su desarrollo o, por lo menos, disminuir su gravedad. Más de la mitad de los casos de bronquiectasia en niños pueden ser diagnosticados con precisión y tratados de inmediato.

Las vacunas infantiles contra el sarampión y la pertusis (tosferina), la mejora en las condiciones de la vivienda y una mejor nutrición han reducido considerablemente el número de personas con bronquiectasia. La vacunación contra el neumococo, la vacunación contra la COVID-19, la vacunación contra la gripe anual y el uso de antibióticos apropiados en las primeras etapas de la infección pulmonar ayudan a prevenir las bronquiectasias o a reducir su gravedad.

Entre otras medidas específicas que se pueden tomar se encuentran las siguientes:

  • La administración de inmunoglobulinas en el síndrome de deficiencia inmunoglobulínica evita las infecciones recurrentes.

  • En las personas que tienen aspergilosis broncopulmonar alérgica, el uso adecuado de corticoesteroides y, a veces, de un fármaco antimicótico (como el itraconazol) puede reducir las lesiones bronquiales derivadas de la bronquiectasia.

  • La administración de la enzima alfa1-antitripsina a las personas con deficiencia de alfa1-antitripsina puede ayudar a prevenir que la enfermedad se agrave.

  • Evitar la aspiración de vapores tóxicos, gases, humo y polvos tóxicos también contribuye a prevenir la bronquiectasia o, por lo menos, a disminuir su gravedad.

  • Vigilar lo que los niños se llevan a la boca puede ayudar a evitar que inhalen objetos extraños en las vías respiratorias.

  • Además, evitar el exceso de sedación por fármacos, drogas o alcohol y solicitar atención médica en caso de síntomas neurológicos (como la incapacidad de permanecer consciente) o gastrointestinales (como dificultad en la deglución y regurgitación o tos después de comer) ayuda a evitar la broncoaspiración.

  • El hecho de evitar el uso de aceite mineral o vaselina en la nariz puede evitar la inhalación accidental de estas sustancias hacia el interior de los pulmones.

Más información

Los siguientes son recursos en inglés que pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de estos recursos.

  1. American Lung Association: Bronchiectasis (Asociación Estadounidense para las Enfermedades Pulmonares: Bronquiectasia): descripción exhaustiva de los síntomas, el diagnóstico y el tratamiento, además de consejos sobre preguntas para formular al médico

  2. National Heart. Lung, and Blood Institute: Bronchiectasis: (Asociación Estadounidense para las Enfermedades Pulmonares: Bronquiectasia): descripción exhaustiva de los síntomas, el diagnóstico y el tratamiento, además de consejos sobre preguntas para formular al médico

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