Filarioidea es una superfamilia de gusanos parásitos filiformes, con numerosas familias, géneros y especies. Sus huéspedes definitivos son los vertebrados, pero solo unas pocas especies de filarias infectan a los seres humanos. Las filarias adultas, semejantes a filamentos, residen en los tejidos linfáticos o subcutáneos. Las hembras grávidas producen crías vivas (microfilarias) que circulan en la sangre o migran a través de los tejidos. Una vez ingeridas por un insecto hematófago adecuado (mosquito o mosca), las microfilarias se convierten en larvas infecciosas que se inoculan o se depositan en la piel del siguiente huésped durante la picadura del insecto. Los ciclos vitales de todas las filarias son similares, salvo el sitio donde se produce la infección.
Las filariasis principales que se mencionan a continuación se pueden clasificar según la ubicación de los gusanos adultos. (Véase también Revisión sobre infecciones parasitarias).
La filariasis subcutánea incluye
La loiasis se debe a la infección por Loa loa (el gusano africano ocular)
Oncocercosis (ceguera del río) causada por Onchocerca volvulus
La filariasis linfática incluye
La filariasis linfática bancroftiana y brugiana se debe a la infección por Wuchereria bancrofti, Brugia malayi y B. timori
Otros tipos de filariasis incluyen
Mansonelosis causada por Mansonella perstans, con gusanos adultos en la pleura, el pericardio o el peritoneo, M. ozzardi en tejidos subcutáneos, y M. streptocerca en la dermis
Dirofilariasis causada por Dirofilaria immitis, el gusano del corazón del perro, con larvas en los pulmones o rara vez en los ojos, el encéfalo o los testículos; las larvas no se convierten en gusanos adultos en los seres humanos
Algunos laboratorios especializados tienen una prueba serológica para la detección de la infección por filarias (incluyendo las infecciones por Wuchereria, Brugia, Onchocerca, y Mansonella). Las pruebas son sensibles, pero no pueden identificar la infección específica por filarias ni distinguir una infección activa de una remota. Esta distinción es menos importante en los viajeros sintomáticos, pero limita la utilidad de la prueba en las personas procedentes de zonas endémicas.