Gastroenteritis en niños

PorJaime Belkind-Gerson, MD, MSc, University of Colorado
Revisado/Modificado nov 2023
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Datos clave

La gastroenteritis es la inflamación del tubo digestivo, que se manifiesta mediante vómitos, diarrea o ambos y a veces se acompaña de fiebre o cólicos.

  • La gastroenteritis está causada normalmente por una infección vírica, bacteriana o parasitaria.

  • La infección produce una combinación de vómitos, diarrea, cólicos, fiebre e inapetencia, que deriva en deshidratación.

  • Los síntomas del niño y los antecedentes de exposición ayudan al médico a confirmar el diagnóstico.

  • La gastroenteritis se evita animando a los niños y sus cuidadores a lavarse las manos y enseñándoles a evitar alimentos en mal estado de conservación y agua contaminada.

  • Se les proporcionan líquidos y soluciones de rehidratación, pero a veces los niños necesitan atención médica e incluso requieren hospitalización.

(Para gastroenteritis en adultos, véase Gastroenteritis.)

La gastroenteritis, a veces denominada incorrectamente «gripe estomacal», es el trastorno digestivo más frecuente en niños. La gastroenteritis grave provoca deshidratación y un desequilibrio del contenido químico de la sangre (electrólitos) debido a la pérdida de líquidos y electrólitos corporales por el vómito y las heces.

Cada año se producen alrededor de 3000 a 5000 millones de episodios en todo el mundo, con mayor frecuencia en niños menores de 5 años que viven en países donde los niños son más vulnerables y el acceso a la atención médica a menudo es más difícil. En todo el mundo, alrededor de 500 000 niños menores de 5 años mueren cada año de diarrea causada por gastroenteritis.

En países donde los niños están bien alimentados y tienen acceso a una excelente atención sanitaria (y lo que es más importante, tienen acceso a la hidratación intravenosa siempre que es necesaria), las consecuencias no son tan graves. Sin embargo, la gastroenteritis aguda sigue siendo un problema frecuente en Estados Unidos. En Estados Unidos, la gastroenteritis causa anualmente alrededor de 1,5 millones de visitas al médico, 200 000 ingresos hospitalarios y 300 muertes en niños.

Causas de la gastroenteritis en niños

La mayoría de las gastroenteritis tienen su origen en

Otras causas muy poco frecuentes de gastroenteritis son

En muy pocas ocasiones la gastroenteritis se produce por un trastorno alérgico (gastroenteritis eosinofílica) o una alergia alimentaria.

Virus

Los virus son la causa más frecuente de gastroenteritis en los países desarrollados. Existen cuatro categorías de virus que causan la mayoría de las gastroenteritis. Los dos más frecuentes son

La mayor parte del resto de casos víricos están causados por astrovirus o adenovirus.

Los niños, por lo general, contraen la gastroenteritis vírica por contagio de otros niños que la han tenido o que han estado expuestos a ella, como en guarderías, escuelas y otros lugares concurridos. La gastroenteritis vírica es muy contagiosa y se transmite con especial facilidad de niño a niño.

La transmisión fecal-oral es la forma habitual de transmisión de la gastroenteritis vírica. Fecal-oral significa que los virus de las heces diarreicas de una persona infectada pasan a la boca de otra persona. Por supuesto, la persona no ingiere heces directamente. En lugar de ello, los niños con diarrea y/o sus cuidadores pueden tener algunas heces infectadas en las manos (especialmente cuando éstas no se lavan cuidadosamente). Luego, cualquier objeto que tocan (como un pañal, un juguete o un alimento) también se contamina con heces infectadas. Otros niños que tocan ese objeto y luego se ponen las manos y los dedos en la boca o sus alrededores pueden infectarse con el virus. La gastroenteritis vírica también se puede transmitir al estornudar, toser y escupir.

En Estados Unidos, desde la introducción de las vacunas contra el rotavirus, el norovirus se ha convertido en la causa más frecuente de gastroenteritis en todos los grupos de edad, incluyendo los niños. Este virus afecta habitualmente a niños entre 6 y 18 meses de edad. Las infecciones se pueden producir durante todo el año, pero la mayoría ocurren de noviembre a abril. La mayoría de las personas se infectan tras ingerir algún alimento o agua contaminados. Debido a que el norovirus es muy contagioso, la infección puede propagarse fácilmente de persona a persona. Los norovirus causan la mayoría de los casos de gastroenteritis epidémica que se producen en los cruceros y en los hogares de ancianos.

El rotavirus es la causa más frecuente de diarrea deshidratante grave en lactantes y niños de todo el mundo. La frecuencia ha disminuido desde la introducción de vacunas contra rotavirus. El rotavirus suele afectar a bebés y niños pequeños de 3 a 15 meses de edad. Es altamente contagioso. La mayoría de las infecciones se propagan por transmisión fecal-oral. Los lactantes infectados pueden transmitir la infección a los adultos. En climas templados, las infecciones por rotavirus son más frecuentes en invierno y primavera. En Estados Unidos, antes de que las vacunas contra el rotavirus estuvieran disponibles, una oleada de enfermedad por rotavirus comenzaba en el suroeste en diciembre y terminaba en el noreste en abril o mayo. En la actualidad la enfermedad se presenta de forma menos predecible y puede ocurrir durante todo el año.

El astrovirus puede infectar a personas de todas las edades, aunque es mucho más frecuente en bebés y niños pequeños. En climas templados, la infección es más frecuente en los meses de invierno, y en las regiones tropicales, la infección es más frecuente en los meses de verano. La transmisión es fecal-oral.

El adenovirus afecta más comúnmente a niños menores de 2 años. Las infecciones se producen a lo largo de todo el año y aumentan ligeramente en verano. La infección se disemina por transmisión fecal-oral, así como por gotitas respiratorias.

Bacterias

Las bacterias que causan gastroenteritis de forma más habitual son

Las causas menos comunes son Yersinia, Listeria y Vibrio.

Los niños pueden contraer gastroenteritis bacteriana por

  • Tocar o comer alimentos contaminados, especialmente carnes, aves de corral, o huevos crudos o poco cocidos

  • Comer mariscos contaminados

  • Beber la leche y los zumos no pasteurizados

  • Tocar animales que portan ciertas bacterias

  • Ingerir agua contaminada, como agua de pozos, arroyos y piscinas

Las bacterias proliferan en muchos tipos de alimentos que no se han conservado en condiciones de refrigeración adecuadas (son situaciones potencialmente problemáticas los bufés y los picnics). Cuando la bacteria estafilococo (Staphylococcus) contamina un alimento, secreta una toxina que produce vómitos y diarrea repentinos. La gastroenteritis contraída por el consumo de alimentos contaminados por microorganismos o toxinas bacterianas se denomina a veces intoxicación alimentaria.

Los niños pueden contraer Salmonella al tocar reptiles (tortugas o lagartijas), aves o anfibios (ranas o salamandras) y rara vez pueden contraer E. coli al tocar animales en zoológicos de animales dóciles. En algunos casos, las bacterias las transmiten perros o gatos con diarrea.

Los niños pueden contraer gastroenteritis al tragar o nadar en aguas contaminadas, como las de pozos, arroyos, océanos, lagos, ríos, parques acuáticos, parques de agua sin profundidad, bañeras de hidromasaje y piscinas (llamadas swimming-related illnesses [enfermedades relacionadas con la natación]).

Una infección bacteriana por Clostridioides difficile puede ocurrir en niños que han tomado antibióticos o que han terminado un ciclo de antibióticos en las últimas 6 a 10 semanas (véase colitis inducida por Clostridioides [anteriormente Clostridium] difficile) porque los antibióticos pueden tratar las bacterias normales del tubo digestivo que ayudan a controlar las bacterias que causan la enfermedad. Algunos niños pueden desarrollar infección por Clostridium difficile después de estar en el hospital y los casos pueden ocurrir en las comunidades. Actualmente, Clostridioides difficilees probablemente la causa bacteriana más frecuente de diarrea en Estados Unidos.

Parásitos

La gastroenteritis causada por parásitos (como Giardia intestinalis y Cryptosporidium parvum) se suele contraer por el consumo de agua contaminada o por transmisión fecal-oral (que se sabe que ocurre en guarderías).

El parásito Entamoeba histolytica es una causa frecuente de diarrea sanguinolenta en zonas con instalaciones de saneamiento insuficientes, si bien es poco frecuente en Estados Unidos.

Toxinas químicas

La gastroenteritis puede producirse por la ingestión de sustancias químicas tóxicas. Estas toxinas se pueden encontrar en plantas, como las setas venenosas, o en ciertos tipos de mariscos exóticos. Los niños que comen estas sustancias pueden desarrollar gastroenteritis. Los niños también pueden desarrollar gastroenteritis después de ingerir agua o alimentos contaminados por sustancias químicas como arsénico, plomo, mercurio o cadmio.

Medicamentos

Muchos fármacos causan diarrea. Los niños que reciben (o que ingieren accidentalmente) ciertos medicamentos (como antibióticos o antiácidos) pueden desarrollar gastroenteritis (véase la barra lateral La gastroenteritis como efecto secundario de fármacos).

La gastroenteritis como efecto secundario de fármacos

Las náuseas, los vómitos y la diarrea son efectos secundarios frecuentes de muchos fármacos. Las causas frecuentes son

  • Los antiácidos que contienen magnesio como ingrediente principal

  • Antibióticos (la diarrea puede ocurrir como un efecto secundario o como consecuencia de una infección por Clostridioides difficile)

  • Quimioterapia

  • Radioterapia

  • Colquicina o colchicina (para la gota)

  • La digoxina (que se utiliza generalmente para la insuficiencia cardíaca y otras arritmias cardíacas)

  • Los fármacos utilizados para eliminar o destruir los gusanos parasitarios internos

  • El abuso de laxantes puede producir debilidad, vómitos, diarrea, pérdida de electrólitos y otros trastornos.

A menudo es difícil darse cuenta de que un fármaco está causando gastroenteritis. En casos leves, el médico puede aconsejar a una persona que deje de tomar el medicamento y luego comience a tomarlo de nuevo. Si los síntomas remiten cuando la persona deja de tomar el fármaco y reaparecen al tomarlo de nuevo, entonces ese fármaco puede ser la causa de los síntomas gastrointestinales. En casos graves de gastroenteritis, el médico indica a la persona que suspenda el medicamento de forma permanente.

Síntomas de la gastroenteritis en niños

Los síntomas de la gastroenteritis suelen ser una combinación de

  • Vómitos

  • Diarrea

  • Calambres (cólicos) abdominales

  • Fiebre

  • Inapetencia

Los síntomas más frecuentes de gastroenteritis, con independencia de la causa, son vómitos y diarrea. La gastroenteritis causada por una infección vírica o bacteriana también puede causar fiebre. El dolor abdominal también es común.

Gastroenteritis vírica

Los virus provocan diarrea acuosa. Las heces casi nunca contienen mucosidad o sangre.

En lactantes y niños muy pequeños, el rotaviruspuede durar entre 5 y 7 días. La mayoría de los niños sufren vómitos, y algunos tienen fiebre. La diarrea es acuosa, pero no contiene sangre. En los niños, la diarrea es una causa probable de deshidratación grave e incluso de muerte.

El norovirus provoca más vómitos que diarrea en niños y dura de 1 a 3 días. Los niños sufren cólicos abdominales y pueden tener fiebre, dolor de cabeza y dolores musculares.

El adenovirus causa vómitos leves de 1 a 2 días después del inicio de la diarrea. La diarrea puede durar de 1 a 2 semanas.

Los síntomas del astrovirus son similares a los de una infección leve por rotavirus.

Gastroenteritis bacterianas

Es probable que las bacterias causen fiebre y diarrea sanguinolenta y algunos tipos causan cólicos abdominales. Ciertos tipos de bacterias, como algunas cepas de E. coli y Shigella, producen toxinas que pueden causar una complicación llamada síndrome hemolítico-urémico. En este síndrome, los glóbulos rojos se destruyen (hemólisis) y se produce insuficiencia renal, que provoca la acumulación de sustancias tóxicas en la sangre (uremia). Esta complicación es una causa frecuente de enfermedad renal crónica en niños.

Gastroenteritis causada por parásitos

Los parásitos suelen causar una diarrea que puede durar mucho tiempo, y pueden provocar diarrea intermitente. La diarrea es, por lo general, no sanguinolenta. Cuando el niño sufre una diarrea persistente causada por una infección parasitaria, puede estar muy cansado y perder peso.

Complicaciones de la gastroenteritis

La complicación más frecuente de la gastroenteritis grave es la deshidratación (cantidad insuficiente de líquido en el cuerpo), que se produce por la pérdida de una gran cantidad de líquidos a través de los vómitos y las heces. Los niños con deshidratación leve tienen sed, pero los gravemente deshidratados están apáticos, irritables o adormilados (aletargados).

Los lactantes son mucho más propensos que los niños mayores a deshidratarse y desarrollar complicaciones graves. Los lactantes que están deshidratados precisan atención médica inmediata.

Las señales de peligro de deshidratación en los lactantes que requieren atención médica inmediata son las siguientes:

  • Si la zona blanda de la parte superior de la cabeza (fontanela) está hundida.

  • Si tienen los ojos hundidos.

  • Lloran sin lágrimas.

  • La boca está seca.

  • Su producción de orina es escasa.

  • Si han reducido el estado de alerta y la energía (letargo).

Sin embargo, puede ser difícil estimar la diuresis en los niños que usan pañales y que están teniendo evacuaciones acuosas frecuentes. Es más fácil identificar una disminución del paso de orina (diuresis) y una sed excesiva en los niños mayores.

Diagnóstico de gastroenteritis en niños

  • Síntomas, antecedentes médicos del niño y exploración física

  • A veces, análisis de heces

¿Sabías que...?

  • En todo el mundo, alrededor de 500 000 niños menores de 5 años mueren cada año de diarrea causada por gastroenteritis.

El médico basa el diagnóstico de gastroenteritis en los síntomas del niño y en las respuestas de los padres a las preguntas sobre los agentes causantes a los que el niño ha estado expuesto.

Generalmente, el diagnóstico de gastroenteritis es obvio solo por los síntomas, pero su causa no suele serlo. A veces, otros miembros de la familia han estado recientemente enfermos con síntomas similares o el niño ha estado en contacto con ciertos animales. En otros casos, la gastroenteritis puede provenir de aguas contaminadas o alimentos cocinados inadecuadamente, estropeados o contaminados, como puede ocurrir con los mariscos crudos o la mayonesa dejada fuera de la nevera demasiado tiempo. Los viajes recientes, especialmente a ciertos países donde la probabilidad de la infección es mayor, y el uso reciente de antibióticos también pueden proporcionar a los médicos algunas pistas sobre la causa.

Por lo general, no se requieren pruebas diagnósticas, ya que la mayoría de las formas de gastroenteritis se resuelven en poco tiempo. Sin embargo, si los síntomas son intensos o duran más de 48 horas, pueden examinarse muestras de heces en el laboratorio para valorar la presencia de glóbulos blancos (leucocitos) y de bacterias, virus o parásitos. También se pueden hacer análisis de sangre para detectar signos de infección o complicaciones.

Tratamiento de la gastroenteritis en niños

  • Líquidos y soluciones de rehidratación

  • Con muy poca frecuencia, antibióticos para determinadas infecciones

Habitualmente, el único tratamiento necesario para la gastroenteritis es reposar en cama y tomar una cantidad adecuada de líquidos.

Cuando un niño tiene gastroenteritis, los padres deben supervisar el estado de hidratación de su hijo. Se pueden administrar fármacos que detengan la diarrea o antibióticos, pero sólo en determinadas situaciones y bajo prescripción médica.

Rehidratación

Hay que animar a los niños a beber líquidos, aunque sea en cantidades pequeñas y frecuentes. Los lactantes deben continuar con la lactancia materna o con la lactancia artificial además de administrárseles una solución electrolítica oral (solución de rehidratación oral, disponible en polvo o en líquido en farmacias y en algunas tiendas de alimentación). No deben administrarse a los lactantes y niños pequeños zumos, refrescos, bebidas carbonatadas, tés, bebidas deportivas y bebidas que contengan cafeína. Estas bebidas pueden contener demasiado azúcar, que puede empeorar la diarrea, y contener muy pocas sales (electrólitos), que son necesarias para reponer las que ha perdido el cuerpo. Para los adolescentes, las bebidas deportivas son preferibles a los zumos y refrescos por su menor contenido en azúcar, aunque tienen menor cantidad de electrólitos que las soluciones electrolíticas orales. El agua corriente no es ideal para tratar la deshidratación en niños de cualquier edad, ya que no contiene sales.

En el niño con vómitos deben administrarse frecuentemente pequeñas cantidades de líquido para contribuir a evitar la deshidratación. Los padres deben ofrecer al niño unos sorbos de líquido. Si no lo vomita, se repiten los sorbos cada 10 o 15 minutos, aumentando la cantidad hasta unos 30 o 60 mL tras una hora o más y de forma creciente según su tolerancia. Estas cantidades mayores se le dan con menor frecuencia, aproximadamente cada hora. Los líquidos se absorben muy rápidamente, de modo que si el niño tarda en vomitar más de 10 minutos después de beberlos, la mayor parte de los mismos han sido absorbidos y debe continuarse su administración. La cantidad de líquido que se debe dar al niño en un periodo de 24 horas depende de su edad y su peso, pero generalmente debe ser más o menos entre unos 100 mL y unos 170 mL de líquido por cada kilogramo de peso del niño. Si el vómito y la diarrea del niño disminuyen, los padres pueden intentar alimentarle con una dieta normal al día siguiente. No se deben administrar las soluciones de electrólitos solas durante más de 24 horas debido a los posibles problemas asociados a una insuficiente ingestión de nutrientes.

Los niños que tienen diarrea pero con pocos vómitos deben ingerir más líquidos para compensar la cantidad de líquido perdida con la diarrea. Pero, a diferencia de los niños con vómitos, se les puede administrar una mayor cantidad de líquido de una vez y se les alimenta con una dieta normal. Sin embargo, si el niño sufre una diarrea importante, habrá que reducir el consumo de productos lácteos (que contienen lactosa). La gastroenteritis grave disminuye la capacidad del niño para la absorción de la lactosa, resultando incluso en una intensificación de la diarrea.

Los niños que no pueden tolerar ni siquiera pequeños sorbos de líquido o que tienen signos de deshidratación grave (como sopor, boca seca, falta de lágrimas y ausencia de orina durante 6 horas o más) están en peligro y deben ser examinados por un médico inmediatamente. Los niños que no presentan estos signos pero cuyos síntomas duran más de 1 día deben acudir al médico. Si la deshidratación es grave, el médico puede administrar al niño líquidos por vía intravenosa (IV).

Medicamentos

Los fármacos antidiarreicos, como la loperamida, no deben administrarse a niños menores de 18 años.

Los antibióticos no son eficaces cuando la causa de la gastroenteritis es una infección vírica. Los médicos prescriben antibióticos solo cuando la gastroenteritis ha sido causada por bacterias específicas que pueden ser tratadas con antibióticos (como Shigella o bien Campylobacter).

A veces, se administra un antibiótico como metronidazol o vancomicina para la gastroenteritis causada por Clostridioides difficile.

En caso de infección parasitaria se pueden administrar ciertos fármacos (como metronidazol y nitazoxanida).

Probióticos

Los probióticos son microorganismos como las bacterias que se encuentran de forma natural en el cuerpo humano y que estimulan el crecimiento de las llamadas "bacterias buenas". Los probióticos también se encuentran en los alimentos y se pueden tomar como complementos.

El consumo de probióticos, como el Lactobacillus (presente de forma habitual en el yogur), puede reducir ligeramente la duración de la diarrea (incluso en 1 día) si se empiezan a tomar poco después del inicio de la enfermedad. Sin embargo, es probable que los probióticos no prevengan las consecuencias más graves de la gastroenteritis, como la necesidad de líquidos por vía intravenosa o la hospitalización.

Prevención de la gastroenteritis en niños

Se dispone de dos vacunas para prevenir la infección por rotavirus como parte del plan de vacunación infantil recomendado. Las vacunas actuales contra el rotavirus no se asocian a la invaginación intestinal (un grave problema del intestino), como ocurría con la primera vacuna. En Estados Unidos, las vacunas contra el rotavirus han disminuido las infecciones por rotavirus en alrededor de un 80%.

Se debe enseñar a los niños con edad suficiente a lavarse las manos y evitar alimentos almacenados de forma inadecuada y agua contaminada. Una buena recomendación general es mantener fríos los alimentos que se consumen fríos y calientes los que se consumen calientes. La comida preparada para su consumo se debe ingerir en el intervalo de una hora.

La lactancia materna es otra manera simple y eficaz de ayudar a prevenir la gastroenteritis en recién nacidos y lactantes. Los lactantes alimentados con lactancia materna presentan tasas más bajas de gastroenteritis en comparación con los lactantes alimentados con fórmula.

Los cuidadores de lactantes alimentados con biberón deben lavarse bien las manos con agua y jabón antes de prepararlos. Los cuidadores también deben lavarse a fondo las manos después de cambiar pañales. Las áreas de cambio de pañales deben ser desinfectadas regularmente con una solución de lejía de uso doméstico recién preparada (¼ de taza de lejía diluida en unos 4 litros de agua). Los niños con diarrea no deberían asistir a la guardería hasta la desaparición de los síntomas. Los niños infectados con Shigella o E. coli que causa diarrea sanguinolenta deben tener 2 análisis de heces con resultados negativos antes de reincorporarse al centro.

Los padres contribuyen a evitar la deshidratación animando a su hijo a beber líquidos aunque sea en cantidades pequeñas pero frecuentes.

Los lactantes y los niños con inmunodeficiencia no deben tocar reptiles, aves o anfibios porque estos animales habitualmente son portadores de la bacteria Salmonella y la infección en estos niños es más grave.

Los padres pueden prevenir enfermedades relacionadas con la natación transmitidas por aguas al no permitir a sus hijos nadar en aguas públicas si tienen diarrea. Si el niño usa pañales, estos se deben revisar con frecuencia para ver si contienen heces y se deben cambiar en un área que no esté cerca del agua. Los padres deben enseñar a sus hijos a evitar tragar agua cuando nadan.

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