La brucelosis es causada por especies del género Brucella, que son bacterias gramnegativas. Los síntomas aparecen como un cuadro febril agudo con pocos o ningún signo de localización, y pueden progresar a una etapa crónica con recaídas de fiebre, debilidad, sudoraciones y dolores vagos. El diagnóstico se establece con el cultivo, generalmente en muestras de sangre. El tratamiento óptimo suele requerir 2 antibióticos: doxiciclina más un aminoglucósido, rifampicina o una fluoroquinolona y, en los niños, trimetoprim/sulfametoxazol más rifampicina.
Los microorganismos causantes de la brucelosis humana son la Brucella abortus (procedente del ganado), la B. melitensis (de ovejas y cabras) y la B. suis (de los cerdos). La B. canis (procedente de los perros) ha causado infecciones esporádicas. En general, B. melitensis y B. suis son más patogénicas que otras especies de Brucella.
Las fuentes más comunes de la infección son los animales de granja y los productos lácteos sin pasteurizar. Renos, bisontes, caballos, alces americanos, caribúes, liebres, pollos y ratas del desierto también pueden estar infectados; el ser humano puede adquirir la infección de estos animales también.
La brucelosis se adquiere por
Contacto directo con secreciones y excreciones de los animales infectados
Ingestión de carne poco cocida, leche cruda o productos lácteos que contienen microorganismos viables
Inhalación de material infeccioso aerosolizado
En raras ocasiones, transmisión de persona a persona
Más prevalente en las zonas rurales, es una enfermedad ocupacional de procesadores de carnes, veterinarios, cazadores, granjeros, ganaderos y técnicos de laboratorios de microbiología. La brucelosis es rara en los Estados Unidos, Europa y Canadá, pero ocurren casos en el Medio Oriente, las regiones del Mediterráneo, México y América Central y en individuos que viajan a estas áreas.
Debido a que muy pocos microorganismos (quizás 10 a 100) pueden causar la infección a través de la exposición a un aerosol, las especies de Brucella son potenciales agentes de bioterrorismo.
Los pacientes con brucelosis aguda y no complicada suelen recuperarse en 2 o 3 semanas, aun sin tratamiento. Algunos evolucionan a una enfermedad subaguda, intermitente o crónica.
Complicaciones
Las complicaciones de la brucelosis son raras, pero incluyen endocarditis bacteriana subaguda, neurobrucelosis (que incluye meningitis aguda y crónica, encefalitis y neuritis), orquitis, colecistitis, supuración hepática y osteomielitis (especialmente, sacroilíaca o vertebral).
Síntomas y signos de la brucelosis
El período de incubación de la brucelosis varía desde 5 días hasta varios meses y es, en promedio, de 2 semanas.
La aparición de los síntomas puede ser abrupta, con escalofríos y fiebre, cefalea grave, dolor articular y de la espalda, malestar, y en ocasiones diarrea. En algunos casos puede ser insidiosa, con un pródromo de malestar leve, dolor muscular, cefalea y dolor de nuca, seguidos por un aumento de la temperatura corporal durante la noche.
A medida que la enfermedad progresa, la temperatura aumenta a 40 o 41° C, y luego desciende gradualmente a normal o cercana a la normal con profusa sudoración en la mañana.
Típicamente, la fiebre intermitente persiste durante 1 a 5 semanas, seguidas por una remisión de 2 a 14 días en los cuales los síntomas disminuyen o están ausentes. En algunos pacientes, la fiebre puede ser transitoria. En otros, la fase febril reaparece una vez o repetidamente en olas (ondulaciones) y remisiones, durante meses o años, y puede manifestarse como una fiebre de etiología desconocida.
Después de la fase febril inicial, pueden aparecer anorexia, pérdida de peso, dolor abdominal y articular, cefalea, dolor de espalda, debilidad, irritabilidad, insomnio, depresión e inestabilidad emocional. El estreñimiento suele ser pronunciado. Aparece una esplenomegalia, y los ganglios linfáticos pueden estar leve o moderadamente hipertróficos. Hasta el 50% de los pacientes presenta hepatomegalia.
Diagnóstico de la brucelosis
Cultivos de sangre, médula ósea y líquido cefalorraquídeo
Pruebas serológicas en las etapas aguda y de convalecencia (no fiable para B. canis) y ensayo de PCR (polymerase chain reaction)
Deben obtenerse muestras para hemocultivo, pero la sensibilidad es limitada (1); el crecimiento puede demorar más de 7 días y pueden necesitarse subcultivos en medios especiales durante 3 a 4 semanas, por lo que la sospecha de brucelosis debe comunicarse al laboratorio.
También se pueden cultivar muestras de médula ósea y líquido cefalorraquídeo. El cultivo de médula ósea es más sensible que el hemocultivo y a menudo se considera el tratamiento de referencia (2).
Las muestras para análisis serológicos de las etapas aguda y de convalecencia deben obtenerse con un intervalo de 3 semanas entre ellas. Un aumento del título en 4 veces o un título en la fase aguda de 1:160 o mayor se consideran diagnósticos, en especial si hay antecedentes de exposición o hallazgos clínicos característicos (3). El recuento leucocitario es normal o bajo, con una linfocitosis relativa o absoluta en la fase aguda. La prueba serológicas no es fiable para detectar B. canis.
El análisis de PCR se puede realizar en sangre o en cualquier tejido corporal y puede ser positivo tan pronto como 10 días después de la inoculación.
Referencias del diagnóstico
1. Memish Z, Mah MW, Al Mahmoud S, Al Shaalan M, Khan MY. Brucella bacteraemia: clinical and laboratory observations in 160 patients. J Infect. 2000;40(1):59-63. doi:10.1053/jinf.1999.0586
2. Pappas G, Akritidis N, Bosilkovski M, Tsianos E. Brucellosis. N Engl J Med. 2005;352(22):2325-2336. doi:10.1056/NEJMra050570
3. Araj GF. Update on laboratory diagnosis of human brucellosis. Int J Antimicrob Agents. 2010;36 Suppl 1:S12-S17. doi:10.1016/j.ijantimicag.2010.06.014
Tratamiento de la brucelosis
En pacientes > 8 años, doxiciclina más rifampicina, un aminoglucósido (estreptomicina o gentamicina) o una fluoroquinolona
En niños de menos de 8 años, se han utilizado trimetoprim/sulfametoxazol (TMP/SMX) y rifampicina.
Se debe limitar la actividad en casos agudos de brucelosis, y se recomienda el reposo en cama para los episodios de fiebre. Los dolores musculoesqueléticos fuertes, especialmente en la espalda, pueden requerir la administración de analgésicos. La endocarditis por Brucella a menudo requiere cirugía además de la terapia antibiótica.
Si se administran antibióticos, se prefiere la terapia combinada porque las tasas de recidiva con la monoterapia son elevadas. La doxiciclina durante 6 semanas más estreptomicina (o gentamicina) durante 14 días disminuye la tasa de recidivas. Para los casos no complicados, puede administrarse rifampicina durante 6 semanas, en lugar de un aminoglucósido. Algunos estudios limitados han mostrado que los regímenes en los que se emplean fluoroquinolonas durante 14 a 42 días más rifampicina o doxiciclina en lugar de un aminoglucósido son igualmente eficaces, si bien estos regímenes no se prefieren.
En niños de menos de 8 años se ha utilizado trimetoprim/sulfametoxazol (TMP/SMX) más rifampicina durante 4 a 6 semanas.
La neurobrucelosis y la endocarditis requieren tratamiento prolongado y con frecuencia se administran 3 antibióticos.
La brucelosis rara vez es mortal; la muerte suele ser consecuencia de endocarditis o complicaciones graves del sistema nervioso central.
Incluso con tratamiento antibiótico, aproximadamente 5 a 15% de los pacientes recaen (1), por lo que todos los pacientes deben seguirse clínicamente y con títulos serológicos repetidos durante un año.
Referencia del tratamiento
1. Solís García del Pozo J, Solera J. Systematic review and meta-analysis of randomized clinical trials in the treatment of human brucellosis. PLoS One. 2012;7(2):e32090. doi:10.1371/journal.pone.0032090
Prevención de la brucelosis
La pasteurización de la leche ayuda a prevenir la brucelosis. Los quesos elaborados con leche sin pasteurizar y con menos de 3 meses desde su fabricación pueden estar contaminados.
Las personas que manipulan animales o cadáveres de éstos posiblemente infectados deben usar gafas protectoras y guantes de goma, y proteger de la exposición cualquier herida de la piel. En los Estados Unidos y en muchos otros países son obligatorios los programas para la detección de los animales infectados, su eliminación y la vacunación del ganado bovino y porcino joven seronegativo.
No existe una vacuna para los seres humanos; el uso de la vacuna para animales (un preparado de virus vivos atenuados) en los seres humanos puede causar infección. La inmunidad después de la infección en el ser humano es de corta duración, se mantiene aproximadamente 2 años.
La profilaxis antibiótica posexposición se recomienda para pacientes de alto riesgo (p. ej., los que han estado expuestos sin protección a animales infectados o muestras de laboratorio, los que han estado expuestos a la vacuna contra B. abortus [cepa RB51]) basándose en datos limitados. Los regímenes incluyen doxiciclina (TMP/SMX si la doxiciclina está contraindicada) más rifampicina durante 3 semanas; la rifampicina no se utiliza para la exposición a la vacuna con B. abortus (cepa RB51), que es resistente a la rifampicina.
Conceptos clave
La brucelosis se adquiere por contacto directo con secreciones y excreciones de los animales infectados o por la ingestión de alimentos o productos lácteos contaminados.
La infección suele causar fiebre y síntomas generales, pero rara vez se ven afectados órganos específicos (p. ej., el cerebro, las meninges, el corazón, el hígado, los huesos).
La mayoría de los pacientes se recupera en 2 o 3 semanas, aun sin tratamiento, aunque algunos desarrollan una enfermedad subaguda, intermitente o crónica.
Diagnóstico con hemocultivos, cultivos de médula ósea o de líquido cefalorraquídeo y pruebas serológicas en las etapas aguda y de convalecencia.
Tratar a la mayoría de los pacientes con 2 antibióticos, habitualmente doxiciclina más rifampicina, un aminoglucósido o una fluoroquinolona; monitorizar a los pacientes hasta 1 año en busca de recidivas.
Más información
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